Porsche Taycan, a prueba: por mucho, el mejor auto eléctrico
Aun en su versión de entrada, este auto ofrece un desempeño superior.
Es un hecho que todas las marcas de autos han evolucionado desde su fundación, sin embargo, algunas lo han hecho de una manera más sobresaliente debido al desarrollo de soluciones enfocadas a mejorar el desempeño de sus vehículos.
Una de esas marcas de autos que se han enfocado en la ingeniería es Porsche que por décadas ha sido reconocida por ofrecer modelos con un carácter netamente deportivo. Aunque bueno, esto no quiere que la empresa alemana no ponga énfasis en el diseño de sus vehículos.
De hecho, los modelos de Porsche son reconocidos por su exquisita imagen que, si bien ha progresado, mantiene la misma esencia desde la creación de su primer modelo: el 356.
Así, los autos de la casa de Stuttgart sin importar su antigüedad sobresalen por combinar una dinámica de conducción superior y un diseño encantador aun con el paso de los años.
Revolución de modelos
Aun con esta evolución constante, Porsche no se había atrevido a hacer cosas tan radicales hasta inicios del Siglo XXI. Todo comenzó con la incursión a segmentos inimaginables, como lo fue el de las camionetas y sedanes por medio del Cayenne, Macan y Panamera.
Pero además ampliar su gama de modelos con esta tercia de modelos, Porsche decidió impulsar el performance de sus vehículos por medio de la tecnología híbrida plug-in que permite la conducción emisiones cero, lograr más poder por medio de la combinación del motor a gasolina con el eléctrico y obtener una gran eficiencia de combustible.
En esta serie de innovaciones realizadas por Porsche en el Siglo XXI, existe otra que es todavía más relevante, ya que marca el futuro de la movilidad; se trata de la producción masiva del primero de muchos modelos totalmente eléctricos: el Taycan.
Un sedán electrizante
Aunque no puede ser catalogado como el primer auto eléctrico de Porsche, debido a que en 1898 Ferdinand Porsche creó un vehículo eléctrico que no llegó a la venta por una serie de obstáculos, el Taycan marca el inicio de una nueva era para la compañía alemana.
Con una carrocería de sedán, este modelo que tiene como objetivo rivalizar al Tesla Model S, reúne todo lo que Porsche ofrece en sus modelos: diseño atractivo, lujo y un alto desempeño.
Este último punto está magnificado debido a que como buen vehículo eléctrico la entrega de poder es instantánea, es decir, que su máxima potencia y torque no están disponibles en un cierto margen de revoluciones del motor como sucede con los de gasolina. Todo es inmediato.
Para tener una idea de lo grandilocuente que es el poder del Taycan, es que en su versión de entrada este auto registra una cantidad de caballos de fuerza superior a la de cualquier otra variante base de algún modelo de Porsche. En pocas palabras, es el modelo que desde su variante más accesible entrega la cifra más alta de caballos de fuerza.
Un deportivo fuera de serie
Pero lejos de la cantidad de potencia, el Taycan entrega una experiencia de manejo que no tiene comparación con cualquier otro modelo de Porsche. Primero porque la explosividad que se logra al presionar al acelerador a fondo no está ligada al sonido del motor como sucedería con el 911 GT3, por ejemplo.
Al tener como punto de referencia lo auditivo, es fascinante como cada vez que se tiene que acelerar de forma enérgica, ya sea al despegar desde el reposo o al momento de realizar un rebase sin importar si el camino es cuesta arriba, no hay un ruido ni vibraciones. Es como si se estuviera en una nave espacial.
Es en los rebases es donde el Porsche Taycan hace su mejor trabajo. Queda claro que existen muchos autos que logran una aceleración fulminante al momento que partir del reposo, sin embargo, al momento de hacer un rebase esa rapidez puede existir una pequeña demora.
Conduciendo el Taycan Base no existe nada de eso, ya que, así como despega de la nada, lo puede hacer en movimiento, sin duda, la situación más demandante para un automóvil.
OK, estas cualidades de aceleración se pueden encontrar en ciertos autos eléctricos, sin embargo, como buen Porsche, el Taycan Base combina la rapidez con una sensación de manejo digna de un deportivo, lo que quiere decir que es rápido, ágil y estable.
Mientras que la rapidez depende de la dupla de motores y los modos de manejo, la agilidad y estabilidad tienen que ver con la rigidez del chasis que acostumbra Porsche en sus modelos, así como por el bajo centro de gravedad.
Todo esto en conjunto hacen que el Taycan sea como una especie de tren bala que se mantiene inmóvil sin importar que el camino sea recto, virado, de subida o de bajada.
A esta sensación de manejo, todavía hay que sumar que este sedán eléctrico en su versión base logra una autonomía magnifica -va de 430 a 480 kilómetros, según la batería- cuando se trata de hacer viajes por carretera de más de dos horas. Encima de ello, el tiempo de recarga es sumamente rápido debido a la capacidad de su batería - conectado a un cargador con potencia de hasta 270 kW puede realizar una carga del 5 por ciento al 80 por ciento en menos de 25 minutos-.
Mejor en todo
Donde el Taycan también marca una gran diferencia frente a su acérrimo rival el Tesla Model S, es en el interior principalmente en la calidad de ensamble y materias primas. Mientras que el diseño interior y calidad de materiales son idénticos a los de todo Porsche, el ambiente es totalmente digital.
A diferencia de otros modelos de Porsche, los únicos botones físicos son los que están en el volante, de ahí en fuera todo es digital en el cuadro de instrumentos, en la pantalla multimedia y en los mandos del aire acondicionado.
Lo interesante de todo esto, es que todas estas cualidades del Porsche Taycan están disponibles en la versión base, así que las cosas se ponen todavía más interesantes, especialmente en cifras de poder, en las variantes superiores.
En conclusión
Queda claro que en muy poco tiempo la referencia hacia los automóviles eléctricos tendrá nuevo nombre, y será Porsche, que de inicio ofrece al Taycan, el mejor vehículo cero emisiones de la actualidad.
Por más que se le busque, un Porsche siempre será un Porsche.