Sergio Romo: "Julio Urías es el mejor mexicano del mundo"

Sergio Romo seguirá en el béisbol como coach tras el final de su carrera. El relevista mexicano aseguró que sigue en Grandes Ligas a sus 38 años por una promesa que le hizo a su padre, misma que lo sigue impulsando, al tiempo que declaró que nunca podrán quitarle el juego de su vida, incluso cuando deba dejar el guante en el futuro. Asimismo, Romo habló de sus compatriotas, con el halago más grande de todos para Julio Urías, campeón y héroe de la Serie Mundial con los Dodgers.

"No me van a poder quitar el juego del béisbol de mi vida, cuando llegue el día que yo no pueda jugar, que no pueda estar aquí a este nivel o que ya no me conviene ser jugador, no me van a poder quitar el béisbol. Yo voy a estar bien fajado en el juego todavía, en cualquier nivel, no sé, pero yo si tengo aspiraciones de ser coach de pitcheo. No sé si sea en High School, si sea en universidad, no sé si sea en Ligas Menores, si sea profesional, todavía no sé.

"Lo que me motiva todavía es darle algo a mis hijos, que sientan orgullo de su papá, que no lo vean sentado ahí, que lo vean trabajando duro, que prendan el televisor y me vean, mis hijos me motivan. Yo le prometí a mi papá que yo iba a hacer esto, que lo iba a retirar haciendo lo que le gustaba más a él y esa promesa todavía me motiva, todavía ese niño quiere eso por su papá, darle algo que le da felicidad, por esa razón juego béisbol todavía", declaró Romo a pregunta directa de AS México.

Romo también habló sobre el proceso en la temporada baja y aseguró que en ningún momento le pasó por la cabeza no jugar en Grandes Ligas este año y que, en realidad, estaba a la espera de que diferentes equipos le devolvieran la llamada para unirse al campo de entrenamiento y trabajar con sus nuevos compañeros. Asimismo, el ex relevista de Minesotta habló sobre sus compatriotas, especialmente de Joakim Soria y Julio Urías.

"Él (Soria) siempre ha sido un buen amigo mío, me ha ayudado desde lejos. Me hablaba y cuando lo veía me daba unos consejos, porque a él le dieron sus oportunidades un poquito ante que a mí. Siempre me ha tratado como su igual y me gustaría jugar con él, me gustaría jugar con Oliver, ya tantos años jugando aquí en Grandes Ligas, viéndolos, admirándolos, el orgullo de ser mexicano que me han enseñado. Julio, como hermano, conociendo su trayectoria, no todo fue súper bueno, no fue súper fácil. Lo merece, él trabaja duro, tiene la cabeza bien puesta, bien humilde, sabe de dónde viene, hay razones por las que ha llegado a dónde ha llegado. Es el mejor mexicano en el mundo en este momento", comentó.

De igual manera, el ex jugador de San Francisco explicó el posible rol que pueda tener con la novena de Oakland, así como lo valioso que es para él su regreso a la bahía.

"Todos ya sabemos que Rosenthal es el cerrador de nuestro equipo. Lo merece y ahí anda con mucho poder, tirando 99, 100 millas por horas, trabajando el slider, mostrando el cambio y por eso le pagan tanto también. Diekman también está para la séptima, octava, depende también de las situaciones. A mí en verdad no me han dicho que ya han decidido cómo me van a utilizar, pero me han dicho las ideas que tienen. Depende también de los otros que van a estar en el bullpen. Nosotros solos vamos a enseñar las mejores situaciones en las que nos deben de poner, yo nada más quiero sacar mis outs y yo le abro unos juegos si quiere, pero la cuarta, quinta, sexta, séptima, yo ya voy a estar listo", expresó sobre su posible rol con Oakland.

"Regresar a casa, con los años que duré en San Francisco se me hizo muy fácil hacer una casa, de ahí es mi esposa. Ahora regresar en esta etapa de mi carrera y poder dormir en mi cama al lado de mi esposa y mis hijos sin tener que moverlos es algo ideal", finalizó.