La SFP inhabilitó por 10 años a Alfredo Castillo, extitular de Conade
La Secretaría de la Función Pública impuso un castigo de 10 años sin ejercer un cargo público a quien fuera el director de Conade entre 2015 y 2018.
La Secretaría de la Función Pública (SFP) inhabilitó por 10 años a Alfredo Castillo, quien fungió como director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) durante la parte final del sexenio de Enrique Peña Nieto (2015-2018), por omisiones en sus declaraciones patrimoniales. Castillo, antecesor de Ana Gabriela Guevara al frente del órgano que rige el deporte en el país, no podrá desempeñar ningún cargo público hasta 2031.
La dependencia federal explicó que el exdirector de Conade "faltó a la verdad" en sus declaraciones patrimoniales de 2014, 2015 y 2016, de las cuales ocultó la existencia de más de $18,300,000 en seis cuentas bancarias a su nombre y al de su cónyuge. Dicha omisión, justifica la SFP, supone un quebranto del artículo 8 de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos.
A través de un comunicado de prensa, la titular de la SFP, Irma Eréndira Sandoval, enfatizó que las declaraciones (historia curricular, bienes materiales y monetarios, y conflicto de intereses), que todo servidor público está obligado a transparentar, son "una herramienta fundamental para prevenir la corrupción y detectar el enriquecimiento ilícito, por ello, cualquier incumplimiento será sancionado, a fin de seguir reconstruyendo la confianza ciudadana en el servicio público, la cual fue erosionada por el régimen neoliberal”.
La gestión de Castillo al frente de la Comisión estuvo marcada de polémicas. Excomisionado de Seguridad y el Desarrollo Integral en Michoacán y exprocurador de justicia del Estado de México, ascendió a la silla del organismo gubernamental para el deporte en abril de 2015; ordenó auditorías a varias federaciones adscritas a Conade y desconoció a los liderazgos de varias (frontón, box, luchas asociadas, natación, etcétera). Los conflictos intestinos le supusieron enfrentamientos con organismos deportivos globales, como la FINA (Federación Internacional de Natación), por el retiro de Guadalajara como sede de los Mundiales de 2017 e, incluso, el Comité Olímpico Internacional. Durante los Juegos Olímpicos de Río 2016, los únicos que ocurrieron bajo su administración, la delegación mexicana cosechó cinco medallas: tres platas y dos bronces.