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Chivas

Antonio Briseño: “Si no te enamoras de Chivas, tienes atole en las venas"

Es canterano rojinegro, pero hoy lleva no solo en el uniforme, sino en el corazón los colores rojiblancos.

Guadalajara (México)
Es canterano rojinegro, pero hoy lleva no solo en el uniforme, sino en el corazón los colores rojiblancos.
Cristian de MarchenaMEXSPORT

En un rincón especial de su casa, tiene colgadas las camisetas que ha vestido a lo largo de su carrera. Al centro está la del Guadalajara. Abajo, a la izquierda, se encuentra la del Atlas, el equipo que lo vio nacer. Antonio Briseño es canterano rojinegro, pero hoy lleva no solo en el uniforme, sino en el corazón los colores rojiblancos. Asegura que para no enamorarse de Chivas, pese a ser formado enfrente, hay que estar muerto o tener atole en las venas.

“Creo que a lo largo de mi carrera me he identificado por siempre entregarlo todo, cualquiera que sea la actividad, cualquiera que sea el juego y cualquiera que sea el equipo. Para mí en lo personal es entregar lo máximo y uno lo hace más cuando te tratan de una excelente manera, cuando te dan todo para trabajar en el club, cuando uno como jugador se siente identificado con los colores, cuando sales al campo y te apoyan, sales del campo y te siguen apoyando”, explica.

“Que en cada rincón del país te reciban en el aeropuerto, que siempre que vayas caminando veas un chivahermano, porque es el equipo más popular de México. Si eso no te enamora, si eso no te pone la piel chinita, entonces estas muerto y tienes atole en las venas. En lo personal, eso me prende cada día más para defender estos colores a muerte, porque no me canso de ver las gratitud y todo lo bueno que nos entrega el club y los aficionados de Chivas”, afirma el “Pollo” Briseño.

El sábado se disputará el Clásico Tapatío y el zaguero central del Guadalajara le pone sabor al enfrentamiento. Para muchos, sería impensable el cambiar de sentimiento. Pero Antonio Briseño tiene claro cómo y por qué se enamoró de Chivas. Fue un proceso gradual y asegura que ante los encantos del Rebaño Sagrado es imposible resistirse.

“Así es, ahora sí que me van a decir está hablando de más o no sé, pero cuando llegué, desde el primer momento, todavía no era ni oficial, me recibe la prensa, eran 10 personas, me empecé a dar cuenta de la magnitud del equipo al que llegaba. No estaba ni presentado, estaba sólo en el radar. Ahí me doy cuenta y voy empezando a ver la magnitud que es Chivas. Llegan los primeros partidos en Estados Unidos, estadios llenos, dije esto es espectacular, nunca lo había vivido”, recuerda.

Llega el primer partido en el Akron, meto gol y me reciben de una gran manera, se entregan a mí, en ese momento me sentí muy querido, me sentí con mucha confianza. Llegamos a un partido en Estados Unidos contra el América, estadio lleno, nadie había llenado ese estadio y había más rojiblancos. Todas esas vivencias que vas pasando día a día hacen que te enamores de este equipo. Estar en el equipo más popular, hasta no estar aquí vas a darte cuenta de lo importante que es la institución”, continúa su relato.

“Yo ya pasé por Atlas, Tigres, Juárez en Primera A, pasé por el Veracruz que ahorita no existe y pasé por el Feirense de Portugal... aquí atrás están las camisas, me doy cuenta y pongo en medio la de Chivas porque es la más importante, la que mejor me ha tratado, la que llegaron y me dijeron ‘vente te vamos a comprar, te queremos, eres una pieza importante para nosotros’. Todos ese amor, la verdad a quién no le gusta que lo quieran. Todas esas cositas fueron llenándose y si no te enamoras de esta institución por todo lo que genera la verdad que no te corre sangre en las venas. Para mí esto es lo más cercano de vivir en la élite mundial. Sí puedes jugar Champions y todo, pero estar en un equipo como Chivas que cada aeropuerto, cada ciudad y hasta cada país que vas hay gente, eso no se explica con nada”, sentencia.

Ahora enfrentará al equipo que lo vio nacer y sabe las grandes diferencias qué hay. “Claro que me genera algo especial, me motiva muchísimo más para ganarles, me hace sacar eso que tengo dentro que no sé explicar, pero te lo hace sentir un aficionado cuando te dice ‘ey, contra Atlas no se pierde’. En la vida uno va viviendo experiencias diferentes y vas tomando decisiones de lo que te gusta y lo que no. En mi experiencia, me doy cuenta que Chivas es el club más importante y lo que vivo aquí, no pasará en ningún otro club más, porque es único e irrepetible. Lo viví de una manera cuando era menor y lo vivo de esta manera ahora en esta institución. Como voy a defender estos colores no los puedo defender con nadie más porque el sentimiento que tengo con Chivas es espectacular”, afirma.

NO LE IMPORTA SER ODIADO

Hoy, sabe que al declararse enamorado de los colores rojiblancos, puede generar animadversión con la afición que lo vio nacer como futbolista. Asegura que no quiere una sola camiseta más del Atlas. Guarda la que usó para debutar, con el número 71 y no piensa intercambiar una en el Clásico del sábado. Incluso, asegura que no le importa ser “odiado” por los seguidores rojinegros.

“No sé si odiado o no, es que al final nunca dije ninguna mentira, estoy diciendo lo que para mí pasó, por cómo me trataron y cómo fue. Sí le tengo un cariño, claro, pero lo que he vivido en Chivas... no por estar en Chivas ya odio a todos, no. Estoy agradecido, pero si quieren decir que soy odiado, qué bueno, lo que me importa es la afición de Chivas. Si la afición de Chivas me odiara ahí si me preocuparía, pero la afición de otro equipo no me tiene que importar nada. No es mi problema y ya está. Yo me debo a mi afición, a las Chivas y el día que la afición de Chivas no me quiera, yo agarro mis cosas y me voy”, asevera.

Incluso, después de vivir en ambos lados, asegura que si pudiera aconsejar a un niño indeciso, le diría que se incline por la grandeza del Rebaño Sagrado. “Qué quiere ver el niño, ganar a su equipo, ver levantar títulos, ver la historia, meterse en libros y ver que ganaron y ganaron títulos. La respuesta es sencilla. En Atlas tienen un lema que ‘sí te lo explico, no lo entenderías’, pero yo lo que entiendo es que a todos nos gusta ganar. Si no te gusta ganar entonces no te gusta el deporte que está para competir y ganar. Le diría vete por el club que tiene mas afición, vete por el club que siempre pelea títulos y siempre es exigido. Y si no le va bien, tú nos tienes que exigir mucho porque somos el club más grande. Entonces, me inclinaría por decirle que le vaya a las Chivas”, declara convencido.

Finalmente, al cuestionarle si le interesa intercambiar una camiseta del equipo que lo vio nacer, se inclina hacia un lado y deja ver detrás de él ese rincón de casa donde tiene las playeras de los equipos donde ha estado. Abajo a la izquierda cuelga la del Atlas. No piensa tener otra más que esa, con la que comenzó su carrera.

“La 71, con esa tengo. Uno evidentemente está muy agradecido con la institución que te dio la oportunidad, pero hasta ahí. Uno sigue y hay que continuar tratando de cosechar logros. Esta es la única que voy a tener, no necesito tener más. Es la única, la que me vio debutar, estoy agradecido y es la única que voy a tener del equipo”, concluye. Al centro de ese rincón, cuelga la camiseta de Chivas, que hoy, asegura, ama el “Pollo” Briseño.