Mercedes-Benz Clase G
Esta Mercedes-Benz Clase G es una verdadera obra de arte mexicana
Pintada completamente a mano en un taller de artesanos de Oaxaca, esta pieza lleva el espíritu zapoteca.
Sin importar que sea un super auto como tal, el Mercedes-Benz Clase G es uno de los vehículos más deseados del mundo, debido a que combina un aspecto retro, un alto desempeño sobre asfalto y capacidades todoterreno superiores.
Conjuntando estas tres características se puede decir que este SUV es uno de los vehículos más completos que existen en el mercado, y es que, así como puede ir a toda velocidad sobre la pista, tiene el porte para rodar en caminos agrestes.
A lo anterior hay que añadir que la Clase G ostenta el mismo nivel de lujo, tecnología y confort que se puede gozar en otro modelo de la gama de Mercedes-Benz. Sumando todo esto, se puede entender por qué es uno de los vehículos más deseados del mundo, incluido México.
Teniendo en cuenta esta popularidad que tiene esta camioneta, Mercedes-Benz de México creó una Clase G única, misma que destaca por su imagen que es una verdadera obra de arte por la magnificencia de sus colores y trazos pintados a mano.
Para la creación de esta “Geländewagen” -vehículo todoterreno en alemán-, Mercedes-Benz recurrió a dos artesanos oaxaqueños, María y Jacobo, mismos que son reconocidos por sus piezas basadas en el arte zapoteca, que comúnmente se puede observar en los famosos alebrijes.
Sin importar que por medio de la tecnología actual se pueden hacer obras de arte a través de la impresión, los artistas procedentes de San Martín Tilcajete, Oaxaca, se dieron a la tarea de pintar a mano una Clase G para lograr una verdadera obra de arte después de más de 170 días de trabajo.
Inspirándose en el logotipo de Mercedes-Benz -los puntos de la estrella representan la motorización universal: por aire, por mares y por tierra-, los creadores de esta Clase G -en total fueron ocho artesanos- impusieron su estilo con los tres poderes zapotecas: el águila -viento-, la serpiente -inframundo- y el jaguar -tierra-.
Siguiendo la tradición zapoteca, en que la que se menciona que cada persona al momento de nacer tiene ya el espíritu de un animal que lo protegerá y guiará por el resto de sus días, el Clase G está dotado de figuras de jaguar.
Además de estos elementos, el Clase G con sello mexicano ostenta una bandera de los pueblos indígenas americanos visible en el techo, que se combina con los elementos de una bandera de cuadros del automovilismo.
Tras la creación y debut de esta Clase G “mexicana”, el vehículo recorrerá los distribuidores de la marca alemana en México, para luego ir algunos países de Europa, hasta finalmente llegar al Museo de Mercedes-Benz en Alemania.