Volkswagen T-Cross 2020, a prueba: el SUV que busca incomodar al Honda HR-V
Este modelo busca situarse como una de las camionetas pequeñas más vendidas en México.
Hoy más que nunca, los SUVs subcompactos están acaparando el mercado automotor en México. Si bien, las cifras de ventas no están al mismo nivel que los sedanes, poco a poco los Sport Utility Vehicles de tamaño pequeño como también son catalogados están ganando terreno.
Este fervor que se está dando con esta clase de camionetas está dando pie a que las marcas de autos incrementen su número de modelos o bien incursionen en este segmento como es el caso de Volkswagen con el T-Cross 2020.
Ante el incremento en el tamaño de la carrocería del Tiguan, la marca alemana tuvo la oportunidad de crear un modelo que fuera más pequeño y que le permitiera competir contra modelos que son sumamente exitosos como lo es el Honda HR-V, el Nissan Kicks y el Chevrolet Trax.
Un SUV interesante
Bajo la misma arquitectura del Volkswagen Polo, SEAT Ibiza, SEAT Arona y Audi A1, el T-Cross sigue la misma fórmula de la marca alemana y es la de ofrecer una carrocería con un diseño sobrio, sin embargo, esto le vale que los años no pasen tan rápido como si sucede con aquellos modelos con líneas demasiado marcadas y fluidas.
Lo que, sí es que a diferencia de los sedanes de Volkswagen que siguen un patrón, lo que hace que sean muy similares desde el punto de vista estético, el perfil del T-Cross no tiene nada que ver con sus hermanos mayores: Tiguan y Teramont.
Pequeño por fuera, grande por dentro
A diferencia del exterior, el diseño interior del T-Cross si es una imitación del Vitus, específicamente, cuando se trata del tablero y paneles de las puertas. No obstante que sigue esta sobriedad del sedán, el SUV es mucho más atractivo con el uso de insertos en contraste, la pantalla táctil, el cuadro de instrumentos digital (en la versión más equipada) y la tapicería bitono.
De la mano de este estilo, este SUV ofrece una cabina bastante amplia considerando que el tamaño de la carrocería ronda los 4.2 metros. Además de ofrecer suficiente confort en la fila trasera, la atmósfera en general es de amplitud debido al techo alto.
Ágil, eficiente y cómodo
A diferencia de lo que se pudiera pensar, la conducción del T-Cross 2020 es la de un SUV hecho y derecho, y no la de un hatchback agrandado como se pudiera pensar al tener cuenta que comparte plataforma como el Polo.
Claro que esta sensación de estar al mando de una camioneta se puede percibir con el balanceo de la carrocería al rodar en una carretera con curvas. Pero bueno este no es ni ningún defecto, más bien es una particularidad que tienen los SUVs. Digamos que es el precio que se paga por una tener una posición de manejo más elevada.
Con todo y esto, el Volkswagen T-Cross tiene un comportamiento sereno y estable si se tiene en cuenta que el centro de gravedad es más elevado que un sedán o un hatchback. Esta estabilidad en la conducción siempre está acompañada de un andar suave, cómodo y eficiente.
Cuando se trata de aceleración, esta camioneta de Volkswagen queda situada en el promedio de lo que ofrece el segmento al disponer de 110 hp y 114 libras-pie de torque desde un cuatro cilindros de 1.6 litros de aspiración natural, mismo que va acompañado de una caja manual de cinco velocidades o una automática de seis cambios.
Desde el punto de vista de consumo, los 16.5 km/l que promete Volkswagen, en realidad rondan los 11 km/l, cifra que se traduce en una autonomía de 550 kilómetros con el tanque de combustible lleno.
En resumen
Como buen Volkswagen, este T-Cross es una garantía cuando se trata de desempeño, eficiencia y confiablidad. A esto hay que sumar la practicidad, confort y versatilidad contenidas en un tamaño compacto, lo que lo convierte en un vehículo ideal si la mayor parte del tiempo se conduce en ciudad.
Tal vez el diseño no sea el más atractivo del segmento, sin embargo, con el tiempo esté modelo sobre saldrá de la mayoría por contener una imagen vigente y no pasada de moda.