Sayonara Morelia, el homenaje de Carlos Miloc a su amado equipo

Ante la noticia de la desaparición del Morelia para mudar la franquicia a Mazatlán, Sinaloa, muchos han catalogado al conjunto michoacano como un equipo “sin historia”, “sin identidad” buscando justificar la decisión tomada por los dueños del club.

Pero ejemplos de lo que significa el equipo michoacano para el futbol mexicano, para su afición y de la tradición que ha forjado a lo largo de décadas, hay y de sobra, eso queda claro. Uno de ellos, la bella historia de Carlos Miloc y el profundo amor que sentía por estos colores y la ciudad que lo llevó a nombrar a su hija Sayonara Morelia.

En entrevista para As México, la hija del famoso Tanque nos relató como su padre, hasta el último de sus días, guardó un amor incondicional hacia el Morelia, el equipo que lo trajo a México al final de la década de los 50s para no irse jamás y consumarse como una leyenda de nuestro balompié tanto como jugador como de técnico.

Fue tanto el amor y agradecimiento que tenía Miloc para el equipo michoacano y la ciudad que, sin dudarlo, y aunque a todo mundo se le hiciera raro, nombró a su hija Sayonara Morelia:

“Cuando mi papá llega a Morelia, llega como goleador, había jugado en Danubio y después se fue a Colombia, donde jugaba con su hermano Luis Alberto , en Cúcuta, y se cansaban de meter goles. Había un entrenador que se apellidaba Santamaria y le ofrece a mi papá venir a México o a Italia, porque la mamá de mi papá era italiana, pero tú sabes lo que es en Sudamérica México: Cantinflas, Jorge Negrete… y dijeron mis papás ‘vámonos a México’, quisieron venir al mundo que veían en las películas. Llegan a Morelia y se enamoran de la ciudad, la gente arropó a mis papás con mucho cariño”, relató Sayonara.

Pero el arranque en México sería muy complicado para el uruguayo que no se encontraba con el gol, lo que llevó a la directiva del equipo a tomar medidas drásticas.

“El dueño del equipo le dijo a mi papá que le iba a bajar el sueldo a la mitad por no meter goles, y en ese entonces había un programa de radio conducido por Augusto Caire, este señor se entera y lo dice al aire, y una persona escucha la noticia y llama al radio y dice que no estaba de acuerdo con que le bajaran el sueldo a mi papá, era un señor de mucho dinero y dijo que estaba dispuesto a pagar el sueldo de mi papá. Ese matrimonio invita a mis papás a cenar e hicieron tanta amistad que fueron mis padrinos, Joel Ramírez y su esposa Carmen”, comentó.

EL ORÍGEN DEL NOMBRE

Miloc retomó el camino en la cancha y se destapó con goles por racimos para el Morelia, lo que hizo ganarse el cariño de toda la ciudad. Pero el mundo del futbol, se sabe, es muy gitano y a Carlos le llegaría la hora de partir para continuar con su exitosa carrera, Irapuato era el destino. Fue en ese momento, donde el nombre de su primer hija encontraría razón de ser.

“Mi mamá se embaraza y mi papá es contratado por el Irapuato y se va a Japón de gira y mi mamá se queda en Morelia porque ya iba a nacer. En Japón, mi papá escuchaba que decían ‘Sayonara’, y se le quedó grabado y cuando viene para despedirse de Morelia, mi papá decide ponerme Sayonara Morelia, que quiere decir ‘Adiós, Morelia.

Entones van y me bautizan y cuando el sacerdote pregunta cómo se va a llamar la niña, no quiso porque decía que no era nombre católico, y ahí, en la iglesia, mi mamá empezó a pensar y deciden que todo mi nombre sea Sayonara Morelia Carmen Cecilia, y así sí me bautizo el cura y sí quede registrada también”, subrayó la hija de don Carlos.

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LIGUE CON MORELIA

Pero lo de la profunda relación de Sayonara Morelia con la capital michoacana y su equipo va mucho más allá de que ahí nació y de que su papá decidió rendir tributo a ambas causas a través del nombre de su hija.

Muchos años después, la hija de Miloc regresaría a Morelia, pero ahora como esposa de Alberto Aguilar, ex futbolista y entrenador de porteros que fue parte del cuerpo técnico de Enrique Meza en los hoy llamados Monarcas.

“Yo tuve suerte de nacer ahí, de vivir un tiempo ahí y, después, cuando Alberto (Aguilar) fue jugador, regresé, te imaginas que momentos viví con esa ciudad. No solo es que nací ahí y ya, ¿quién iba a pensar que iba a regresar?, primero, como hija de un jugador y, después, como esposa de un jugador, es una historia tan larga, tan bonita”, confesó.

MILOC PUDO DIRIGIR AL MORELIA

Carlos Mioc tuvo una carrera muy fructífera como director técnico en nuestro país. Dirigió a equipos de la talla de Tigres o el América, pero se quedó con la espinita de nunca poder estar en el banquillo de su Morelia, aunque, de acuerdo a su hija, estuvo cerca de hacerlo.

“Fue a finales de los 90, yo misma fui a dejar a mi papá y a Alberto al aeropuerto para viajar a Morelia. Iban en una avionetita muy pequeña, tanto, que nos dio miedo. Pero mi mamá enfermó y mi papá tuvo que regresar de emergencia y ya no se hizo lo de Morelia”, compartió.

Ahora, ante la inminente extinción del Morelia, ¿qué diría don Carlos Miloc si viviera? Sayonara, su hija, nos lo revela:

“Primero, estaría tristísimo y, después, estaría echando madres, ¿ahora resulta que son los dueños? ¡que poca madre! Es muy triste, no puedo entender cómo alguien puede quitar un equipo de tanta tradición donde la gente lo quiere tanto, una ciudad tan futbolera, ese Morelia que te puedo platicar de mi papá ya existía, mi papá llegó terminando el 56 y ya existía el equipo, no puede ser que de un plumazo lo desaparezcan, es una falta de respeto a un equipo de tradición”.

Y la vida, el destino, el poder superior, lo que sea, decidió que hace tres años, en el día de su muerte, los dos grandes amores de don Carlos Miloc, Tigres y Morelia, se enfrentaran por si faltaba la cereza en el pastel de la bella relación del uruguayo con el club michoacano.

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“Un día antes (de su muerte), mi papá había caído en un sueño muy profundo y el doctor que me dijo que ya era lo último, nos fuimos todos para la casa, y ahí estuvo toda la noche mi papá luchando, se hizo de mañana, dieron las 12 del día y mi papá despierta y nos preguntó si ya habían jugado los Tigres y el Morelia, que jugaban ese día a las cinco en el Universitario, le dijimos que todavía no y nos dijo que lo íbamos a ver. Mi papá falleció a las tres de la tarde, de un infarto”, contó Sayonara Morelia.

Esta fue la historia de amor de Carlos Miloc con Morelia. ¿Seguimos pensando que el equipo michoacano no tiene tradición ni identidad?