2020 será un año difícil para ProBeis. La pandemia del COVID-19 ralentizará el funcionamiento de la Oficina de Presidencia para el Desarrollo del Béisbol en México. De entrada, el ente contará con menos presupuesto que en su primer año de operación; pasará de los 350 millones de pesos asignados en 2019 a 280 MDP en 2020 que, incluso, podrían reducirse a causa de los recortes en el gasto público que implementará el gobierno federal para paliar los efectos de la crisis económica heredada de la emergencia sanitaria. Durante la cuarentena, las funciones de ProBeis prácticamente se han paralizado; en todo 2020, la Oficina solo ha podido realizar algunas visorías y eventos de repartición de indumentaria y equipo de juego (caretas, bates, guantes). El futuro inmediato está copado por la incertidumbre.

El proyecto estrella de la Oficina son sus academias: escuelas en las que adolescentes podrán conjugar sus estudios de bachillerato con la práctica del béisbol. Algunas academias (las del modelo T1) contarán con residencias en las que los alumnos podrán establecerse para completar su preparación en ambas facetas. Este enfoque de formación integral, diseñado por un Área Educativa que cuenta con el apoyo de la Secretaría de Educación Pública, busca brindar a los prospectos todas las herramientas para insertarse en el mercado laboral más allá del béisbol y contribuir al bienestar social a través de la educación física. El programa, denominado ‘Escuelas Regionales’, iba a cortar listón el 2 de abril con la apertura, en Guanajuato, de la primera academia. Sin embargo, el coronavirus ha obligado a retrasar los planes.

La intención de Edgar González, director de ProBeis, es cerrar 2020 con cinco escuelas en operaciones: Jalisco, Guanajuato, Quintana Roo, Estado de México y Campeche. Además, la Oficina dispondrá de los estadios sonorenses Héctor Espino, en Hermosillo, y Tomás Oroz Gaytán, en Ciudad Obregón. En dichos recintos, ProBeis también establecerá escuelas, confirmó González a AS. Todo está en papel. El camino por delante está empedrado.

La partida presupuestal que la Secretaría de la Función Pública destinará en 2020 al programa ‘Educación Física de Excelencia’, del que se nutren las tres comisiones deportivas de la presidencia (ProBeis, Conabox y Caminata), asciende a 427,350,561 millones de pesos, de acuerdo al Presupuesto de Egresos de la Federación 2020. De ese monto, un aproximado de 280 MDP estaba programado para ProBeis. Las medidas de rescate económico que ejecutará el gobierno federal, entre las que se encuentran los tres millones de ‘créditos a la palabra’ para empresas familiares, requerirán de un ajuste presupuestario al resto de programas. ProBeis y ‘Educación Física de Excelencia’ no forman parte de los proyectos prioritarios que el presidente Andrés Manuel López Obrador excluyó del gasto de gobierno a través del decreto de austeridad publicado en el Diario Oficial de la Federación el pasado 23 de abril.

En 2019, el presupuesto de ProBeis quedó en subejercicio. La Oficina aplicó, aproximadamente, 80% del recurso total (que era de 350 MDP), reveló González. De hecho, ProBeis no dispuso del dinero sino hasta mediado el año, debido a que la Oficialía Mayor de la Secretaría de Educación Pública no pudo agilizar el trámite. Hasta entonces, ProBeis, que inició operaciones en marzo de 2019, se rigió con intercambios y aportaciones del propio bolsillo de su director. Un reportaje de Proceso desveló que el exligamayorista desembolsó casi un millón de pesos para sufragar la subsistencia de la Oficina en sus primeros meses de vida. Una vez aterrizados los fondos, ProBeis dio inicio a la construcción de las academias, en conjunto con los gobiernos estatales a través de sus Institutos del Deporte. La mayor parte del recurso asignado se utilizó, precisamente, para la edificación de las escuelas.

Cinco academias funcionales son la meta de Edgar González para 2020. Una de ellas, la de Guanajuato, ya está lista para entrar en actividad. Claro, hasta que el estado de emergencia lo permita. La escuela ya tiene 34 inscritos (puede haber hasta 40 en cada plantel), que fueron seleccionados a partir de tres sesiones de detección de talento realizadas a lo largo del estado entre enero y febrero. Los mejores prospectos fueron invitados a formar parte de la academia. El mismo procedimiento se repetirá con el resto de colegios. La sede de Texcoco estaría concluida en mes y medio, aproximadamente; las de Quintana Roo, Jalisco y Campeche tienen para dos meses, al menos, aseguró el director de ProBeis.

No todas las obras se detuvieron durante la cuarentena. Jalisco y Quintana Roo cesaron sus procesos de construcción, pero Guanajuato y Texcoco continuaron a un ritmo “mucho menor” y con medidas de sanidad y distancia, respondió ProBeis a petición expresa.  Ninguno de los cinco municipios están contemplados en la reapertura de actividades para el 18 de mayo declarada por el ejecutivo nacional (‘Municipios de la Esperanza’), por lo que los pronósticos de González son solo una estimación.

En agosto de 2019, el presidente López Obrador anunció la liberación de 1,057 millones de pesos a través de Banobras, con los que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público adquiriría los estadios Héctor Espino y Tomás Oroz Gaytán, ubicados en Sonora. No fue sino hasta el 16 de abril cuando el gobierno local, por medio de su encargado de Hacienda, Raúl Navarro Gallegos, confirmó el fin de la operación. Ambos recintos, abandonados desde hace cuatro años (antes fungían como hogar de Naranjeros y Yaquis, equipos de la Liga Mexicana del Pacífico), serán propiedad del Estado mexicano. En la transacción intervienen, además de Banobras y el gobierno sonorense, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), y ProBeis. “El Estado de Sonora tenía problemas en dinero y estaba pidiendo ayuda al gobierno federal. Esos estadios se iban a vender a privados. Con ese dinero iban a subsanar todo lo que debían”, explica González. La administración local, liderada por la priista Claudia Pavlovich, encausará esos recursos, según detalló Navarro Gallegos, a los sectores de salud y seguridad pública de la entidad y al Fondo de Pensionados del Issteson.

Ambos recintos se utilizarán como sedes de escuelas de ProBeis, aunque no estarán habilitadas en 2020. Además de ello, el gobierno federal tiene planeado un proyecto de rescate de espacios públicos en torno a los estadios. Al interior, se instalarán las academias ProBeis. Al exterior, en alrededores, estacionamientos y fachadas, se construirán parques, museos y áreas comerciales para goce de la población sonorense, reveló González. AS ha podido confirmar con diversas fuentes del gobierno federal que SEDATU es la dependencia que se hará cargo de la administración de los bienes inmuebles y los planes de mejoramiento del entorno urbano; ProBeis solo gestionará el aspecto deportivo. El proyecto está calculado para que las academias de béisbol estén financiadas con los recursos obtenidos de los espacios. “Que sea autosustentable la escuela sin que el gobierno tenga que gastar. Serán lugares a los que pueda la gente ir y pasársela bien y, al mismo tiempo, generar dinero para operar las escuelas”, vislumbra González. La idea también está en fase germinal.

Hay un tercer recinto beisbolero sonorense intervenido por la administración AMLO. Se trata del estadio ubicado en la fronteriza ciudad de San Luis Río Colorado. La SEDATU invirtió $57,906,286 pesos en la construcción que se extendió por seis meses. La culminación de las obras, anunciada en plena emergencia sanitaria por la pandemia del COVID-19, en medio de denuncias por falta de insumos médicos para combatir al virus en algunos hospitales de la República, fue recibida con críticas generalizadas. El uso del estadio aún no está definido. Hay dos opciones. La primera es la posibilidad de que funja como la sede de un equipo profesional, aunque ello solo sucederá si la directiva de los Algodoneros de San Luis, vigente campeón de la Liga Norte, ingresa a la Liga Mexicana de Béisbol, comparte González. La segunda es la creación de una nueva escuela de ProBeis. Una u otra. Ambas no pueden convivir. “¿Cómo voy a tener niños viviendo ahí y practicando donde hay juegos todos los días? Además, como los partidos serían por la noche, tendríamos que hacer las prácticas de la academia durante el día, cuando hace muchísimo calor (la ciudad suele superar los 40ºC)”, explica el director de la Oficina.

La cuarentena dejará un campo minado para ProBeis. Grava sin césped, ni almohadillas para llegar en ‘safe’. Además de la posible reducción de presupuesto y la indefinición de los proyectos, la Oficina también entraría en el recorte salarial al que se someterán los altos cargos del gobierno federal, de acuerdo al decreto de austeridad. Edgar González, quien desde agosto de 2019, de acuerdo a su declaración patrimonial, ocupa un cargo oficial en la SEP (‘director general eventual’) aún no sabe cuál será el destino de su nómina: “Todavía no me avisan”. El mandato estipula que los funcionarios públicos federales (desde subdirectores hasta el presidente de la República) cederán el 25% de su sueldo de forma progresiva y no recibirán aguinaldo ni demás prestaciones hasta el fin de año.

Aunado a la incertidumbre económica, ProBeis también tiene un frente abierto con las asociaciones estatales de la Federación Mexicana de Béisbol (Femebe), a raíz de las denuncias recibidas por “prácticas informales” (castigos, prohibiciones, nepotismo) en ligas juveniles e infantiles alrededor del país. AS indagó en el conflicto y demostró que, a pesar de que González esgrimió una colaboración con la Confederación Internacional de Béisbol, el organismo rector desconoce las acusaciones. ProBeis turnará las quejas a la presidencia de la República y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) para someter a evaluación a Femebe y sus afiliados. ProBeis arguye que es derecho inalienable de niños y jóvenes la práctica del deporte y que los reglamentos de las ligas no están por encima de ello. Fuentes de la Asociación de Béisbol de la Ciudad de México acusaron a ProBeis de extralimitar sus funciones. El partido aún tiene varios innings por delante.

2020 es un pitcher indescifrable que solo lanza curvas y tirabuzón para ProBeis. La casa está llena y no hay outs a favor.