JC Chávez: "Hubiese sido mejor futbolista que boxeador"
El expúgil mexicano reveló que en sus inicios fue campeón en beisbol y futbol, mientras que el boxeo no le gustaba, pero entró por influencia de sus hermanos.
Julio César Chávez es considerado uno de los mejores boxeadores en la historia de México, logró más de 100 victorias a lo largo de su carrera y estuvo invicto por casi 15 años. Sin embargo, el pugilismo no fue de su agrado durante su infancia, algo que pudo cambiar lo que que actualmente conocemos. De hecho, 'JC' considera que pudo ser mejor como futbolista.
"Me gustaba el futbol, el voleibol, el beisbol, lo que menos me gustaba era el boxeo, pero como mis hermanos eran peleadores me fui poniendo los guantes contra otros amigos. Creo que hubiese sido mejor futbolista que boxeador. Quedé campeón en futbol, beisbol y en boxeo perdí. Mis inicios en el boxeo fueron complicados porque mi madre no quería que yo peleara, mis hermanos ya lo hacían y llegaban a la casa muy golpeados, entonces ella se preocupaba mucho, quería que yo estudiara. El salirme de mi casa (fue muy difícil), yo era un joven muy apegado a mi familia, tuve que irme a radicar a Tijuana porque se ganaba en dólares, en Culiacán era complicado. Le hice la promesa a mi madre no volver hasta no hacerle su casa y se lo cumplí", expresó para ESPN Knock Out.
La anécdota que marcó su vida
En la misma entrevista, realizada por el periodista José Ramón Fernández, relató un encuentro que marcó su carrera: "El haber conocido a Muhamed Alí, que fue a un entrenamiento mío y me dijo 'qué bueno que no fuiste de mi peso porque me habrías ganado', yo le dije que 'pues qué bueno que yo tampoco fui de su peso porque estás muy grandote y me hubieras ganado'", recordó Chávez.
La batalla contra las adicciones
Asimismo, Julio César Chávez habló de cómo empezó a consumir drogas y cómo fue que se recuperó: "Tuve todo a manos llenas, millones de dólares, autos de lujo, todo, y no me llenó. Cuando peleé con el 'Macho' Camacho sentí que lo había ganado todo y ahí me refugié en las drogas, de ahí vino mi primer derrota, las demandas de Hacienda, mi esposa y Don King, estuve a punto de quitarme la vida porque me sentía solo, vacío, que no valía no un solo peso", expresó.
"Ya me habían internado tres veces, estuve por espacio de cinco meses y pude recuperarme, me enseñaron cómo sobrellevar la enfermedad. Salí de ahí y fueron años difíciles donde estuve a punto de caer otra vez, porque es algo para toda la pinche vida, todos los días quería drogarme otra vez", comentó.
Su legado
Finalmente, el excampeón mexicano dejó claro cuál es el legado que dejará fuera y dentro del ring: "El legado es el cariño de la gente, ese no me lo quita nadie. Fuera del boxeo estoy dejando un legado de que digan 'mira, tuvo un problema de adicciones, estuvo a punto de morirse, nadie creía en él y salió adelante'", sentenció.