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Selección Mexicana

“Ricardo La Volpe con algunos, no con todos, era hasta ofensivo”

Ramón Morales destaca la gran capacidad táctica de La Volpe, pero también reconoce que su trato con el jugador era complicado.

Guadalajara (México)
Ramón Morales destaca la gran capacidad táctica de La Volpe, pero también reconoce que su trato con el jugador era complicado.
CHRISTIAN PALMAMEXSPORT DIGITAL IMAGE

Ricardo Antonio La Volpe anunció su retiro como entrenador y atrás queda innumerables historias. Un técnico ampliamente reconocido por su capacidad como estratega, pero también es alguien cuyas formas se cuestionaron a lo largo de su carrera en el banquillo. El trato con el futbolista fue algo que siempre llamó la atención.

Ramón Morales fue parte importante del proceso que el técnico argentino vivió al frente de la Selección Mexicana, que culminó con la eliminación en Octavos de Final del Mundial de Alemania 2006. Atiende la llamada telefónica de AS México para recordar lo vivido con La Volpe. Lo define como un “transformer”, pues era uno fuera del campo y otro cuando ingresaba al césped.

“En la cancha era el Ricardo estricto, de repente hasta un poco complicado… con algunos debo reconocerlo también era duro”, reconoce Morales. Y revela: “En el trato me refiero que a veces con algunos, no con todos, era hasta ofensivo”. El ex futbolista de Chivas asegura que los “regaños” no le afectaban, pero había compañeros que “lo soñaban”. Y también habla sobre todo lo bueno que ha dejado un entrenador que para muchos fue revolucionario. “Intentaba hacer un buen futbol, eso es algo que se le va agradecer y se va quedar en el recuerdo”, asevera durante la charla.

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DAVID LEAHMEXSPORT DIGITAL IMAGE

– ¿Primero, Ramón, saber cómo estás pasando esta etapa complicada no sólo para México, sino para el mundo entero?

– Es complicado, es algo nuevo, no diferente, simplemente nuevo. Creo que todo mundo debemos poner, en la medida que cada quien pueda, de su parte. Si te puedes quedar en casa, quedarte en casa. Si tienes que salir, cuidarte porque también hay necesidad. Esperemos en Dios que todos hagamos consciencia y que pronto se pueda salir delante de esto.

– En lo deportivo, sorprende Ricardo Antonio La Volpe al anunciar su retiro como entrenador. Fuiste parte importante de su proceso en Selección Mexicana. ¿Cuál fue la primera impresión que tuviste de él?

– La primera impresión es un entrenador que le gusta jugar bien al futbol y basa mucho en repeticiones. Quizá olvidando algunos detalles, no digo que sean buenos o malos, simplemente él se enfocaba tanto en lo táctico, salidas, movimientos de los jugadores, si la pelota la trae el portero qué movimiento debe hacer el delantero. Eso fue lo primero que me sorprendió, que no era el trabajo específico o planeado en etapas de cada entrenador comúnmente: el preparador físico, después un espacio reducido, luego trabajo ofensivo y defensivo para después juntarlo. No, él iba directo a la parte de salidas, lo táctico y su forma de juego.

– ¿Qué tiene de diferente para que mucha gente lo considere revolucionario?

– Tenía muchas variantes en ese trabajo táctico que le gustaba hacer siempre, cualquier día de la semana. En el transcurso de ese trabajo tenía muchas variantes y ahí te dabas cuenta que era un tipo que si se cerraba un espacio, él te encontraba otro. Si se cerraba uno y luego otro, él te encontraba otro y te daba una posibilidad, pero no sólo para el que va a recibir la pelota, sino incluso para aquel que no la tenía te hacía jugar sin la pelota perfectamente.

– ¿En cuestión de personalidad, cómo describes a Ricardo Antonio La Volpe?

– Podría decir que era un “transforme”. ¿A qué me refiero con “transformer”? A que se transformaba, el Ricardo La Volpe antes de la cancha, más tranquilo, más abierto, receptivo, con puntos de vista, debate, creo que tranquilo. El Ricardo muchas veces que se metía a la cancha, no siempre, era el Ricardo estricto, de repente hasta un poco complicado en su forma de ser y de decir las cosas, que quería que todo saliera a la perfección o como él decía. Hay veces que eso lo ponía de malas. Ahí muchas veces el diálogo era complicado porque él quería que las cosas salieran bien. Así lo puedo llamar. Al final te dabas cuenta, cuando estabas conviviendo día a día con él, que es un buen tipo dentro y fuera de la cancha. Dentro, simplemente quería que todo saliera perfecto.

– En clubes tenía fama de que de repente, sobre todo con los jóvenes, podía excederse en los gritos. A ti te tocó tratarlo en Selección, ¿ahí cómo fue Ricardo Antonio?

– Era casi igual, la diferencia es que en Selección no nos veía siempre, pero cuando nos juntábamos o en procesos largos como el Mundial o la Confederaciones, era estricto, era un poco con más apertura y por supuesto en la Selección había gente de mucha jerarquía. Le gustaba a veces abrir un debate, pero también era muy exigente y con algunos debo reconocerlo también era duro.

– Con los que tenían más jerarquía dentro de esa Selección, ¿era un técnico que buscaba tomar en cuenta su opinión?

– Sí, fíjate que sí tenía esa apertura. No puedo decir que era relajado, pero sí consciente de nuestras opiniones, él daba la suya y le gustaba el debate. Quien ha conocido a La Volpe sabe que le gusta hablar de futbol, debatir, ver, gesticular. Es algo típico de él. Cuando llegábamos me acuerdo que se acercaba y te decía que vio tus partidos y por qué hiciste esto, por qué aquello, metiste un buen gol, tu entrenador cambió una línea de tres, tú sabes cómo es Ricardo. Eso le gustaba mucho con el jugador.

– Mucha gente asegura que ese Tricolor de La Volpe es el mejor que nos ha tocado ver, ¿tú que lo viviste por dentro consideras que es así?

– Es un buen debate porque aunque no estuve ahí, no me olvido de la Selección del ‘93 que fue un parteaguas. A mí me gustaron varias, creo que cada una ha tenido su estilo y su forma de acuerdo al entrenador, a final de cuentas. El estilo de Ricardo era buscar darle prioridad al buen funcionamiento, eso se notó y se pudo exponer. La Confederaciones del 2005 fue el mejor futbol que pudo desarrollar esa Selección, creo yo. En el Mundial no se hizo más, pero 2005 fue el punto máximo. Me gustaba porque era un futbol ofensivo, las características de los jugadores eran para tener la pelota, ser propositivos y eso nos ayudó bastante. Las otras tenían diferentes características, pero igual hicieron papeles importantes.

– ¿Cuál consideras que sea el legado de Ricardo Antonio para el futbol mexicano?

– Creo que los movimientos tácticos. Era un tipo que a veces le gustaba a muchos y a otros no, pero podía hacer un cambio a los 10 o 15 minutos, ya sea de jugador o de parado táctico. Eso es algo que a él le gustaba y es algo muy típico de él.

– ¿En cuestión de estrategia, es el mejor que te ha tocado?

– Es uno de los mejores, estaría mal decir que es el mejor, porque tuve muchos. “Tuca” se me hace otro gran entrenador, Hans Westerhof y muchos más, el mismo “Chepo” con su estilo y su forma. Me tocó tener varios buenos, La Volpe con su estilo y su forma creo que era el mejor en esa manera de buscar una estrategia, esa era su mayor virtud.

– Ahora tú sigues un camino como entrenador, ¿qué aprendiste de La Volpe, bueno o malo, para tú implementarlo ahora desde la banca?

– Quizá lo que no me gustaba tanto es el trato al jugador. El trato procuro cambiarlo. Lo que sí me quedé de él bueno, es que me encantaba que aunque uno o dos jugadores estuvieran cerca de la pelota, todos debían tener un movimiento. Eso le da un panorama al que trae la pelota, al posible receptor le da opciones aún sin tener la pelota. Es algo muy bueno que La Volpe hacía y eso hacía que todos jugáramos en una sincronía de movimientos, sabiendo que tarde o temprano tendríamos contacto con la pelota o que íbamos a generar un espacio para otro compañero.

– ¿A qué te refieres cuando hablas del trato al jugador y que es algo que tú no harías?

– En el trato me refiero que a veces con algunos, no con todos, era hasta ofensivo. Creo que decirle algo a un jugador a veces ya ofensivo, va más allá del respeto o la credibilidad que puedas tener. Simplemente eso.

– Como técnico, hay una línea muy delgada que separa el regaño de la falta de respeto. ¿Alguna vez viste que se pasara de esa raya?

– Sí, desde mi punto de vista. Pero depende mucho del receptor al que le dicen cosas, cómo lo toma. Recuerdo que había muchos que Ricardo les decía cosas y no pasaba nada. Yo era uno de ellos, a veces me decía cosas y a mí no me alteraba. Lo escuchaba y nada más, no pasaba de ahí, pero sí llegué a tener compañeros que hasta lo soñaban. Era algo complicado. Él quizá cambiar un poquito esa forma, no creo que lo hiciera con mala intención, pero ese era Ricardo.

– ¿Cuál es el regaño qué más recuerdas, que como dices quizá no te afectaba, pero tal vez sí se te quedó?

– En mi caso el problema que más tenía y lo más fuerte que me llegó a decir fue “boludo”, típico de él. El problema que tenía es que un día me estaba llamando la atención, yo jugando de carrilero, me decía que cuando el contención jugara con el extremo, yo tenía que hacer una diagonal. Ya que me lo explicó, viene la salida con el portero, se estaba preparando esa jugada y en ese momento hago el movimiento, pero él en ese momento tenía otra idea en la cabeza. Me acuerdo que me dijo “no, boludo, haz esto”. Le dije es que me acabas de decir que haga esto. “No, es que ahora debiste haber hecho esto”. Creo que fue lo que más tuve y eso me molestaba porque parecía que tenía que adivinar la jugada. Ese era Ricardo.

– ¿Ahora que eres entrenador, no crees que ese trato con el jugador influyera para que su trayectoria como entrenador no tuviera tantos títulos?

– Creo que sí, por lo que me he preparado, estudiado y visto, la táctica, la técnica, la estrategia cambia uno o dos dependiendo del entrenador, lo que tú sepas, pero lo demás el futbol ya está escrito. La parte del trato hacia el jugador, ser honesto, ser claro, ser directo, que sepa que es un profesional del futbol, que a veces puede estar en la cancha y a veces fuera, que seas claro con el manejo de grupo, creo que a veces es más fuerte y da más solidez a cualquier equipo para obtener resultados positivos, que una muy buena estrategia, porque la estrategia o el juego te ayuda, pero si el trato no es justo, tarde o temprano inconscientemente no se hacen las cosas como deberían de ser.

– Ahora que quiere dedicarse a la parte directiva, ¿el futbol mexicano le va a extrañar como entrenador?

– Creo que todo aquel entrenador que haya dejado algo se le va extrañar, unos más y otros menos. La innovación de esa estrategia de juego, de la idea que tiene Ricardo de que sus equipos, por lo menos los primeros, no sé si estos últimos así fueron… Pero sus primeros equipos, desde ese Atlas, el Atlante, no lo logró con Chivas en dos ocasiones, intentaba hacer un buen futbol, eso es algo que s ele va agradecer y se va quedar en el recuerdo.