La Pasión de Iztapalapa se realizará a puerta cerrada por Coronavirus
La representación de la Pasión de Iztapalapa, durante Semana Santa, se llevará a cabo, pero se realizará sin presencia de público ante la amenaza del COVID-19.
El Gobierno de la Ciudad de México anunció medidas para mitigar la propagación del COVID-19 el pasado lunes 16 de marzo. Entre las acciones se consideró la suspensión de eventos masivos que aglomeraran a más de mil personas. En este contexto, la tradicional representación de la Pasión de Iztapalapa se encontraba en riesgo. Este martes, autoridades de dicha alcaldía dieron a conocer cuál será el futuro de la puesta en escena.
A través de una conferencia de prensa, Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa, indicó que la representación se realizará, pero sufrirá algunas modificaciones debido al nuevo coronavirus. Acompañada por representantes del Comité Organizador de Semana Santa, anunció que la pieza dramática se presentará sin público y no habrá procesión en el Cerro de la Estrella y las calles de la alcaldía.
Las autoridades y los organizadores señalaron que la representación de la Pasión de Iztapalapa número 177 se llevará acabo de manera simbólica y esta estará apegada a la tradición. El evento se realizará un espacio cerrado y no habrá acceso al público. Otra de las medidas tomadas para evitar posibles contagios de COVID-19 fue llevar a cabo la puesta con un número reducido de actores reducido y con varias medidas sanitarias para proteger a los participantes.
La alcaldesa indicó que solicitará a Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, que la representación de La Pasión de Cristo en Iztapalapa se transmita a través del sistema público de la ciudad. Además se pidió que se comparta dicha señal para que todos los medios puedan acceder a ella.
La historia de la Pasión de Iztapalapa
La tradicional representación se originó en 1833. Una epidemia de cólera azotó a la población de Iztapalapa; sus habitantes realizaron una peregrinación para pedirle auxilio al Señor de la Cuevita y. La amenaza pasó. El relato indica que de un ahuehuete del poblado de San Lorenzo surgió un manantial cuya agua curó a los enfermos. En 2012, esta tradición fue catalogada como Patrimonio Cultural e Intangible de la Ciudad de México.
La Pasión de Iztapalapa se ha realizado de manera ininterrumpida desde 1943. Ni la Revolución Mexicana ni la emergencia por la influenza AH1N1 hicieron que se suspendiera.