No eres lo que logras, eres lo que superas
Se está acabando el año, pero la actividad deportiva sigue. Aún así, me gustaría hacer una pausa para un pequeña reflexión.
Los deportes han sido parte de mi vida siempre, los he practicado y disfrutado desde que tengo uso de razón y tengo el privilegio de comentarlos y analizarlos. Soy jinete profesional desde hace varios años. Hace un mes tuve una cirugía de columna; en parte, como consecuencia de mi profesión. Hoy fue el primer día que pude dejar el reposo relativo e iniciar con un poco de actividad física. Estuve 12 minutos en la caminadora. Fue como subir el Everest; es increíble lo rápido que podemos perder condición y la fragilidad del cuerpo humano.
Este será un proceso largo, de mucha paciencia. Y no pude más que pensar en todos los atletas que tienen lesiones. Todos lo vemos como algo cotidiano, como una cifra: “Es un esguince de segundo grado y estará fuera 3 semanas“. Pero no vemos todo lo que hay detrás, de repente olvidamos que nuestros súper-héroes son personas.
Independientemente del dolor físico, el peso psicológico y emocional que tiene una lesión puede llegar a ser todavía mayor. Todo lo que entrenas, todo lo que practicas para ser lo que eres, se pierde en un instante que se prolonga a semanas, meses, sino es que al fin de una carrera.
Andrés Iniesta en su biografía La jugada de mi vida dedica un capitulo entero a las lesiones. Es especial a una ocurrida previo al Mundial de Sudáfrica; el manchego venía de ganar una Euro y una Champions y aún así la depresión e incertidumbre por la lesión fue tal que pensó en retirarse. Contó con el apoyo necesario, pudo superarlo y un año después un gol suyo coronó a España como campeón del mundo. Sé que hay muchos que no son deportistas profesionales y que no necesariamente tienen una lesión. No queda más que ser pacientes, esperar por la recuperación y trabajar en ella.
Una entrenadora muy sabia me dijo que “montar es lección de vida”; ahora lo veo más allá y creo que el deporte es lección de vida y, cuando todo se pone difícil, no hay más que “seguir montando“, porque eso es lo que nos dará equilibro en la vida, eso es lo que resuelve los problemas.
La inspiración para está reflexión vino a mi en 12 minutos de caminadora, donde literalmente dejé el alma y pensé en compartir y solidarizarme con todos aquellos que puedan estar sufriendo una lesión, porque no eres aquello que logras, eres lo que has superado.