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ENTREVISTA - BERMUDAS VS MÉXICO

Bernard Brangman no recuerda el partido que lo hizo leyenda

Brangman, gloria del fútbol bermudeño, autor del primer gol en la victoria de los isleños 2-1 sobre México en 1969, reflexionó sobre las enseñanzas que le dejó la 'redonda'.

Ciudad de MéxicoActualizado a
Bernard Brangman no recuerda el partido que lo hizo leyenda

Bernard Brangman es una de las máximas leyendas del fútbol de Bermudas. 67 años, el rostro salpicado de pecas, empapado en sudor, la mirada jovial y la sonrisa pletórica. Lo que habrán visto esos ojos. No duda en caminar de ida y de vuelta para la cita. "Es buen ejercicio", defiende. "Me dedico a caminar. Es lo que hago ahora". En su memoria, eso sí, no existe ningún indicio del motivo de la plática. Bermudas derrotó a México en Hamilton 2-1 en un partido eliminatorio válido por la Copa de Concacaf. Brangman, entonces delantero, anotó un gol. Así lo avalan los registros de la Confederación. Pero Bernard no puede evocarlo.

- ¿Cuál es el mejor recuerdo que tiene de su carrera?

- Diría que el tour que hicimos por Europa. Jugamos en Noruega. Era difícil, era un mal día, hacía mucho frío. Anoté un gol, el árbitro marcó al manchón central, el defensa se quejó de que la pelota no había cruzado la línea y desacreditaron el gol. En el mismo partido, recuerdo haber tenido una pelota y se le bombeé al portero, pero el balón pegó en el travesaño, rebotó sobre la línea y el defensa lo despejó. Fue una gran pena.

- ¿Cómo fueron los otros resultados?

Nos fue bien en general. Creo que fue 2-1 contra Noruega, contra Islandia creo que perdimos por 1-0 y Dinamarca nos venció de forma clara. 6-0. No fue nada placentero.

- ¿Por qué tan holgado el resultado?

Diría que fue el cansancio del viaje. Ir de un lugar a otro. Pero eran buenos jugadores. Nos ganaron bien.

- ¿Qué fue lo que más disfrutó de su carrera?

Disfruté mucho jugar y, al mismo tiempo, mi trabajo era anotar. Pero anotar no significaba nada para mí. A veces, cuando estaba a punto de vencer al portero, pasaba la pelota para que otro anotara. Prefería ceder el gol. Para mí, era más importante el equipo; ser un buen compañero. La selección con la que jugué tenía mucha química. Éramos un muy buen equipo. Muy bueno. Pero cuando salimos al extranjero a jugar, vimos que no eramos tan buenos como creíamos, porque los otros equipos tenían más experiencia y eran, francamente, mejores que nosotros. Pero lo hicimos bien, con lo que teníamos. Recuerdo un partido contra un equipo de Primera División de Inglaterra. De hecho, jugamos en Bermudas, en el mismo estadio donde juegan (Bermudas y México) esta noche (National Stadium). Y lo perdimos solo 1-0. Y en el último minuto del partido, estaban defendiendo.

- ¿Qué equipo era?

Southampton. En el año 67.

- En su época, Bermudas solía destacar en el fútbol caribeño. Disputaban encuentros internacionales en Europa, alguna fase eliminatoria de Concacaf. Después, se perdieron. ¿A qué se debió?

En mi opinión es que, en aquellos tiempos, solo se jugaba cricket y fútbol en Bermudas. Pero después de los 70 llegó el baloncesto, fútbol americano, y otros deportes. Muchos de los jóvenes vieron un mejor futuro en ellos para aplicar a becas y salir del país. En las escuelas los introdujeron y captaron a mucho joven talento que bien podría haber sido futbolista. Reclutadores de otros países venían a los colegios y escogían a los deportistas y se los llevaban, pero no para jugar cricket o fútbol. Al mismo tiempo, tengo que poner un poco de culpa en Bermudas, en la estructura. Cuando yo empecé a jugar, nadie me tenía que convencer de jugar al fútbol, solo amaba jugarlo. Conforme pasó el tiempo, los clubes ya no tenían, ni el tiempo ni la infraestructura, para buscar a los nuevos futbolistas. Los entrenadores también tienen un poco de culpa. Estaban más interesados en correr antes que en el juego en sí, en la técnica, el control de la pelota. Hoy puedes jugar bien y mal mañana si no tienes una estructura. Pero, si la tienes, puedes ser más consistente en lo que haces. Y si pierdes, pero tienes una consistencia, no importa, será porque el rival jugó mejor. Si todos los días juegas a algo diferente, no tienes una estructura. Eso es lo que nos pasó.

- ¿Pudo implementar su filosofía?

Me volví un entrenador mientras jugaba en los 60. Estaba con el primer equipo activo, pero dirigía a la filial. Mi mayor objetivo era brindarles un sistema, para que aprendieran a jugar realmente.

"Hoy solo disfruto la vida. A veces camino hasta la parada de autobus y me voy hasta la punta contraria de la isla y camino de regreso a casa"

Bernard Brangman

- ¿El bermudeño aprendió a jugar fútbol?

El bermudeño sí sabe jugar al fútbol. En aquel entonces teníamos futbolistas habilidosos pero egoístas. Muy egoístas. Hoy todos quieren ser estrellas y, si pierden, sienten que pierden su alma. Y eso no es bueno para el juego. Si el futbolista no estuviera tan enfocado en ganar y anotar, el deporte podría mejorar. No todos pueden ser estrellas.

- ¿Cómo evolucionó el fútbol en Bermudas? Ya ganaron un partido en la Copa Oro, vencieron a domicilio a Panamá. Hay un avance. ¿Cómo lo lograron?

Hoy hay más jugadores que entendieron que pueden hacer una carrera a partir del fútbol. Becas al extranjero. Si miras a los seleccionados, están en Estados Unidos, en Inglaterra, en Holanda. Ahora, tienen un incentivo, que es elevar la estructura del fútbol en Bermudas. La responsabilidad, ahora, es de los entrenadores. Tienen que poner los estándares más altos, ser más estrictos, exigir más, y así el fútbol seguirá mejorando en Bermudas, como ya está ocurriendo.

- ¿Aspira Bermudas a clasificar a una Copa del Mundo? ¿Quizá, la de 2026? Ya que México, Canadá y Estados Unidos ya están clasificados y quedarán, aún así, tres boletos disponibles para Concacaf, debido a la expansión del Mundial a 48 equipos...

De la forma en la que el fútbol está creciendo, los jugadores están adquiriendo experiencias que serán de mucha ayuda. Creo que tenemos una buena posibilidad para clasificar. Sin duda.

- ¿Qué significaría esto para usted?

Sería muy bueno para Bermudas. Incrementaría nuestro estándar, nuestro lugar en el mundo. Personalmente, no veo al fútbol como una profesión. Solo creo en Bermudas. Mi objetivo más importante era que el equipo para el que jugaba (Somerset Cricket Club) fuera el mejor del país. Y tuvimos éxito en ello. Ganamos la liga cuatro años seguidos. La Copa, tres años seguidos. Fue un equipo bastante exitoso.

- ¿Recuerda la victoria contra México en 1969?

Definitivamente no. Y eso fue, dices, en 1969, y ese año nos fuimos a Europa a la gira. Recuerdo haber estado en Europa, pero simplemente no me viene a la memoria aquel partido. Me pasaron unos datos de que yo había sido goleador aquel partido. El otro anotador había sido Albert Dowling. Y cuando le pregunté, tampoco se acuerda de aquel juego. Es una locura.

- ¿Qué opina de la Selección Mexicana de fútbol?

Creo que México está por arriba de nosotros, porque han tenido jugadores de calidad por mucho tiempo y han sido exitosos. Son un buen equipo. Pero espero que podamos echarlos atrás, hacer valer nuestra localía, y lograr un buen resultado.

- ¿Ve posibilidad para Bermudas de ganar?

Sí, creo que tenemos una oportunidad. Ves a los periódicos, la gente platicando en las calles, en la radio, en la televisión, y también creen que podemos.

- ¿A qué se dedica ahora?

Tengo 67 años. No hago mucho realmente. Estoy retirado. Disfrutando la vida.

- ¿Trabaja?

Hago lo que puedo para mantenerme ocupado. Me preocupo mucho en mí. Me gusta jugar golf. No soy tan bueno, pero lo disfruto. A veces camino hasta la parada de autobús y me voy hasta la punta contraria de la isla y camino de regreso a casa, viendo los paisajes, admirando el lugar donde vivo.

- ¿Sigue relacionado al fútbol de alguna manera?

No.

- ¿Le gustaría?

Sí, claro. Cuando estuve entrenado al Sumerset, 74-75, adquirí un certificado de entrenador a través de un instructor que la Asociación de Bermudas trajo desde Inglaterra. Pasé el curso. Los jugadores de hoy en día prefieren escuchar a los aficionados que a los entrenadores. Creo en la idea 'esto es lo que quiero que hagas', y si no lo haces, no vas a jugar'. Así soy. Si entreno, hago valer mi voluntad. Quizá por eso no sigo en el fútbol, porque no dejaría que los jugadores dominaran por encima de mí. No tengo ningún problema en entrenar, pero los clubes están buscando por éxitos inmediatos. Si hay algo que siempre he dicho: éxito instantáneo equivale a fracaso instantáneo. Si el equipo no va por el buen camino, siempre se deshacen del entrenador en primer lugar. Y por lo general funciona. Pero si se dieran el tiempo de analizar lo que hace el técnico día a día se darán cuenta de que tiene razón.

- ¿Cuándo fue la última vez que entrenó?

En 2000. A los Island Rangers. Ahí tuve un problema. Los jugadores querían ser estrellas, pero no querían saber cómo jugar. No hicieron lo que les dije que tenían que hacer. Le dije a la directiva 'si no me van a escuchar, tendrán que encontrar un nuevo entrenador'. Y si hacen lo que les digo, y perdemos, será mi culpa. Asumo la responsabilidad. Ese es un problema mayor con los clubes hoy en día. Hablan con los jugadores y, en algunos casos, les dicen 'haz lo mejor que puedas'. Pero, ¿lo mejor para quién? Para ellos mismos.

- ¿Ha viajado a México?

Sí. En los 70. Me encantó México. Fue un hermoso viaje. Estuvimos en un hotel sobre la playa en Acapulco.

- ¿Qué fue lo que más le gustó?

La gente, primero. La arquitectura. Y la naturaleza. Las vistas. Creo que es un país hermoso.

- ¿La comida?

Me gustó, pero no me gusta el picante.

"Si hay algo que siempre he dicho: éxito instantáneo equivale a fracaso instantáneo"

Bernard Brangman

- ¿Cuál fue la mayor lección de vida que le dejó el fútbol?

Creo que el fútbol me hizo posible conocer a mucha gente. Dicen que el deporte crea carácter. No creo eso. El deporte mejora el carácter. Lo endurece. Porque necesitas carácter desde el principio. El fútbol me dio la oportunidad de trabajar, de ser feliz, conocer a mucha gente y respetar. Siempre respetar.