El ADN ganador de los Patriots
Quien me conoce sabe que los Patriotas nunca han sido santos de mi devoción. Y aunque me cueste admitirlo, nunca vas a querer un equipo que no deja de ganar si no es el tuyo. Nos guste o no los Patriotas son un equipo de época.
Tienen absolutamente todo. Tienen al QB, al entrenador, tienen la defensiva, un cuerpo de receptores espectacular, tienen al pateador e, incluso, tienen las circunstancias, como la de pertenecer a la Conferencia Americana. Incluso tienen suerte, un factor importante que inevitablemente juega a favor de los equipos históricos.
Hoy quiero concentrarme en una cualidad de los Patriots que nace en el colectivo. Lo he oído de muchos equipos en muchos deportes, pero nadie en el mundo es mejor ejemplo que Nueva Inglaterra. Los Patriots son un equipo ganador, lo tienen en su ADN.
Ser un equipo ganador no significa ganar siempre, por más contradictorio que suene. El ser un equipo ganador está más allá de los resultados. Cuando existe el hambre por triunfar y la mentalidad a prueba de balas, los resultados se dan por sí mismos.
En la semana 2, los Patriots enfrentaban un duelo divisional contra Miami, que venía de recibir una paliza sonora a manos de los Ravens. El equipo de Belichick logró una cómoda victoria en contra de los Acereros (33-3). Las altas en el partido de la segunda semana, frente a los Miami Dolphins, eran de 48.5 y casi las logran los Pats por sí mismos; Miami no colaboró en el marcador.
Se dice que cuando hay un marcador abultado “se humilla al rival”. Siempre he sido de la idea que la verdadera humillación es no jugar al límite de tu capacidad; si te puedo meter 52 puntos y no lo hago, te estoy humillando; si puedo meter 52 puntos y los meto, respeto el juego, mi esfuerzo y al rival. Y justo esa es la mentalidad de los Patriots.
Contra Miami iban ganando 43-0 en el último cuarto. Con segundos por jugarse, los Dolphins tenían una oportunidad en zona roja, la última del partido. Belichick mandó a su defensiva a presionar al QB, como si se estuvieran jugando los últimos minutos de un Super Bowl con marcador cerrado. Esa última jugada también muestra una buena estrategia. La temporada de la NFL es relativamente corta y, si pierdes la oportunidad de tener a tu equipo en un buen ritmo de juego, probablemente te cueste semanas, sino es que la temporada completa, en recuperarlo. Los Pats juegan todos los partidos con la intensidad y la seriedad que se juegan los encuentros importantes. Eso es lo que los hace ser un equipo ganador.
Un equipo es un estado de ánimo y eso se respira en el ambiente del vestidor, los entrenamientos y la cancha. Ese estado de ánimo se contagia desde el interior de la institución hasta su afición. Cuando las cosas van bien, todo parece más fácil, todo es más fácil. El verdadero mérito de los Patriotas ha sido mantenerse en ese buen momento, con esa motivación. Prolongar el hambre y el sentido de equipo y eso lleva a los resultados, lo que genera un circulo virtuoso. Se dice fácil, pero conservarse en la cima en un deporte es casi tan difícil como alcanzarla, o más.
Los Patriots tienen un equipo histórico, siempre lo recordaremos y serán referente de nuestra época. Me quedo con la fórmula de éxito y la comunidad que han sabido formar alrededor de un buen líder que fue capaz de bajarse el sueldo por mantener el equipo. Ojalá muchos equipos de muchos deportes imitaran, en la medida de lo posible, este modelo tan exitoso. Ojalá muchos clonaran el ADN ganador de los Patriots.