Chivas derrotó al Atlas en el Clásico Tapatío del Apertura 2019
Alexis Vega festeja, una vez más. Como el semestre pasado. Frente al Atlas. En el duelo del orgullo. Un tanto suficiente para que Chivas gane por 1-0.
La parábola del demonio: la pelota se eleva, toma efecto, busca el poste más lejano... y baja. A ese encuentro glorioso con las redes. La tribuna explota con un golazo de esos que suelen grabarse en la memoria colectiva. Alexis Vega festeja, una vez más. Como el semestre pasado. Frente al Atlas. En el duelo del orgullo. Un tanto suficiente para que Chivas gane por 1-0.
Un enorme pelotazo salido del pie derecho de Vega define el Clásico Tapatío, la noche de este sábado. Y no solo eso: también le da un tanque de oxígeno a Tomás Boy. La continuidad del técnico al frente del Guadalajara estaba en duda. distintas versiones aseguraban que una derrota lo dejaría fuera. Pero hoy, tiene tres puntos en la bolsa y crédito para continuar.
El primer tiempo es más intenso que espectacular. Así suelen ser esta clase de encuentros. Cuando se juega por más que tres puntos, lo que menos se desea es la derrota. Por eso, se aprieta en cada sector del campo. Guadalajara se apodera de la pelota. Extrañamente, los Zorros se parten muy pronto en el terreno de juego.
Pero aun con eso, al Rebaño Sagrado le falta claridad. La pelota en los pies no trasciende si falta definir en el último tercio. Alexis Vega alcanza una pelota profunda, entra al área por el costado derecha. La diagonal retrasada encuentra a Isaac Brizuela, quien abanica de forma increíble. Chivas se pierde el primero, al minuto 11.
Los reclamos al árbitro aparecen en el Clásico Tapatío de este sábado. Antonio Briseño falla en un pelotazo por arriba y permite que, con el bote, la redonda llegue hasta el área. Ahí, los rojinegros alegan una mano de Miguel Ponce. El silbante decreta que no hay tal, al ‘22. Al frente, Guadalajara produce poco. Migue Ponce patea un tiro libre que se va por encima, al ‘31.
Enseguida, un nuevo reclamo al árbitro, esta vez en la otra área. Lorenzo Reyes tiene un contacto sobre Dieter Villalpando. Chivas alega penal a su favor. César Arturo Ramos juzga que no existe falta, al ‘36. Alexis Vega sigue siendo la mejor vía ofensiva rojiblanca. Es él quien escapa entre dos, por la izquierda, pero al encarar a Camilo Vargas, decide mal y toca atrás. La defensa despeja, al ‘41.
Para la segunda parte, Atlas mejora con el ingreso de Ricardo Álvarez. El argentino escapa por el costado izquierdo y manda un centro a media altura. Facundo Barceló conecta un remate que estremece las redes, pero por fuera del arco, al ‘50. Nueve minutos más tarde, Jesús Isijara saca un disparo que Raúl Gudiño atrapa con seguridad. Los Zorros muestran otra cara.
Cuando el Guadalajara vive momentos difíciles sobre el campo, aparece la obra de arte. Alexis Vega controla el esférico por el costado izquierdo. Lejos del arco. Pero la imaginación es poderosa. Visualiza algo que nadie más: un zapatazo cargado de magia. Prueba desde ahí. Parábola endemoniada. El vuelo de Camilo Vargas casi resulta. Casi. Apenas roza el esférico, que le vence los dedos. Las redes se estremecen. Golazo.
Al minuto 62, las tribunas de la casa rojiblanca estalla. Un hombre al parece hecho para los Clásicos Tapatíos: el semestre pasado le hizo tres tantos al Atlas; esta noche, un golazo que enciende la tribuna y, de paso, le da oxígeno al técnico de Chivas, Tomás Boy.
Pero en duelos por el orgullo, está prohibido morir de nada. Atlas se va al frente y exige al máximo a Raúl Gudiño. Primero, Jairo Torres con un zapatazo dentro del área que el arquero saca a tiro de esquina (‘69). Después, el propio Jairo con otro disparo que el guardameta rojiblanco desvía (‘75). Los Zorros insisten, sin encontrar recompensa.
El ímpetu del cuadro Rojinegro sufre un duro golpe al ‘79. Fernando Beltrán escapa y el colombiano Jorge Segura le da un jalón. El árbitro le muestra la segunda tarjeta amarilla. Atlas se queda con un hombre menos y Chivas sentencia así una victoria más en el Clásico Tapatío. Oxígeno puro que recibe Tomás Boy. Su continuidad estaba en riesgo. Ahora disfruta la fiesta.