‘Loco’ Abreu estrena mate con los 29 escudos que ha defendido
El delantero uruguayo una vez más causó euforia por su última puntada de presumir los equipos donde ha militado.
El futbolista uruguayo Sebastián Abreu sorprendió la pasada semana al anunciar su fichaje por el modesto Boston River, del fútbol de su país, tras una trayectoria récord que incluye, a sus 42 años, 30 equipos entre los que figuran River Plate o San Lorenzo, de Argentina, o Deportivo de La Coruña, de España.
El "Loco", que picó el penalti decisivo ante Ghana en el Mundial de Sudáfrica 2010 que puso a Uruguay en semifinales, probablemente debutará en dos semanas en el Torneo Intermedio, si no lo hace antes por la urgencia de su club (pelea por no descender), pero recibió a Efe en la cancha de Rentistas, donde ahora se entrena, para hablar sobre su carrera, la selección, así como su mate con todos los escudos que ha defendido y el cual causó euforia entre los amantes del balompié.
Pregunta: Después de una trayectoria que incluye grandes equipos, en los que lograste títulos, de haber ganado dinero, ¿cuál es el reto que te lleva a un equipo como Boston River?
Respuesta: Marcar una diferencia. Ya estamos en una etapa de la carrera en la que me ha tocado vivir experiencias fantásticas en lugares poco conocidos, o con poco márketing, de mucha crítica anticipada por preconceptos instalados del glamour o no glamour, de cierto fútbol, cierto país, cierto club... y que al terminar terminan generando experiencias fantásticas de la devolución que uno deja en ese país o en ese club (...) Más allá de ir a un lugar y buscar quedar campeón, es lo que se puede instalar como deportista, como profesional, como futbolista, del liderazgo, la mentalidad, la proyección (...) Acá estamos para marcar una diferencia y ayudar al cambio.
P: El 'Maestro' Tabárez dijo de ti que eras un líder positivo. ¿Te gusta asumir ese rol?
R: No puedes negar algo que los técnicos, cuando me llaman a diferentes equipos, desde los más encumbrados, como Lillo o Simeone, a los menos conocidos (como técnico) como Ramón Silva en Ecuador, me trasladan. Es como el frasco que lleva cada deportista, y en el caso personal, más allá de goleador, centro delantero, referencia de área, tiene también dentro del frasco esa situación que los entrenadores te hacen saber de jugador positivo, líder, referente, jugador que siempre ve el bosque y no el árbol, y a partir de ahí evalúan y quieren contar contigo. En el transcurso del año no todo es de color de rosa, hay momentos complejos y ahí está el jugador que puede tener esa virtud de administrar esas situaciones y contagiar química positiva para lo demás.
P: Se cumplen 25 años de tu llegada a Primera División con Defensor, ¿es casualidad o una buena celebración?
R: Sinceramente, hace muchos años siempre me puse en la cabeza poder experimentar mi última etapa de futbolista en Uruguay o tener la 'chance' de estar en Uruguay porque, parecen detalles boludos, pero mis hijos, los gemelos, que tienen once años, cuando me fui de Uruguay y tomamos la decisión de que la familia se radicara en Uruguay para tener sentido de pertenencia, en 2013, estaban muy chiquitos. Tienen 'flashes' de irme a visitar a los países, estar en un partido, pero no en el día a día, no los podía traer al vestuario como a (mi hijo) Dieguito (...) o como a mi hija entrar en la cancha con los jugadores. Quiero que experimenten eso (...) Habiendo dos ofertas del exterior, de Perú y de Argentina, aparece la posibilidad de Boston, pero la prioridad la tenían los otros, y en una reunión en casa los gemelos dicen "papi, te queremos ver jugar acá". Fue una inclinación de balanza que automáticamente dije "de esta manera no podés negarte".
P: ¿Cómo llevas lo de medirte a Nacional, el club de tus amores?
R: Todas sensaciones lindas, lo vivo de esa manera. No hay ningún trauma ni ninguna situación emocional negativa. Jugar contra el cuadro del que soy hincha, socio vitalicio, tengo un cariño y un amor especial y enfrentarlo va a ser igual que las otras veces, va a ser lindo. Recibiré el cariño de la hinchada que uno quiere, y con la obligación y la seriedad de saber que, por 90 minutos, tengo que ser coherente. Esos 3 puntos tienen una importancia fundamental para muchas familias del vestuario que hoy estoy. Noventa minutos para ganar y después seguir con ese amor. Lo mismo pasa con Defensor, un club que le tengo un cariño enorme (...) Mi hijo juega en las inferiores, los gemelos están en la escuelita de Defensor. Lo más sagrado que tengo en la vida lo deposité ahí. Lamentablemente acá te insultan y, como todavía no hay una ley del deporte firme que haga prevalecer la familia, todavía nos toca vivir esas situaciones.
P: Llevas conviviendo mucho tiempo con el apodo de "Loco". ¿Cuál ha sido tu mayor locura en el fútbol y en la vida?
R: Locuras no, las decisiones que he tomado pueden ser pasionales, poco racionales, pero no vas a encontrar una actitud de locura que salga del común denominador. Puede haber cosas que llamen mucho la atención pero pasan a ser toma de decisiones o desafíos que otros no lo harían y uno sí lo realiza, sobre todo en esta última etapa de ir a lugares poco conocidos futbolísticamente (...) El apodo viene más que nada por mi forma de ser, de extrovertido, alegre, entretenido, divertido, de disfrutar la vida, disfrutar todo lo que nos toca pasar dentro del deporte y por eso nunca me ha molestado. Lamentablemente en España lo malutilizaron y quisieron dar a entender el apodo desde otro punto de vista.
P: ¿Te gustaría ser seleccionador de Uruguay?
R: Todo entrenador que está en el fútbol uruguayo, que está en la A, la B, la C, tiene ese sueño. Todo entrenador que arranca sueña con progresar, entrenar equipos buenos y tener la 'chance' de entrenar la selección. Y no escapa a mis sueños, a mi deseo, ser entrenador de la selección. Salvo excepciones como la de (Lionel) Scaloni (seleccionador de Argentina), necesitas un recorrido. Normalmente tiene que tener un recorrido para que te visualicen y vean que puedes entrenar la selección.
P: Pensemos en este sueño: el Mundial 2030 se juega en Uruguay y Abreu es seleccionador. ¿Puedes visualizarlo?
R: (Sonríe) El sueño puede estar porque tomando la edad que voy a tener y los años de estar dirigiendo es un tiempo importante como de experiencia, de respaldo, para poder ser elegido seleccionador. En ese aspecto está acorde a lo que te comento. Una cosa es el sueño, otra es la edad que voy a tener y otra es la realidad, cuál ha sido la trayectoria para respaldar esa posibilidad.
P: Porque no vas a seguir jugando en 2030, ¿no?