Los éxitos del Pachuca corren paralelos al desarrollo de la capital de Hidalgo a nivel infraestructural, social y económico.
El sol refulge sobre Pachuca. 30 grados. Una rareza en “La Bella Airosa”. “No se preocupe, por las noches suele hacer frío siempre, haga el frío que haga”, advierte Martha, camarera del hotel en el que se alojan los Tigres de la UANL, ubicado a un kilómetro y medio del Estadio Hidalgo. Es Pachuca, ciudad ventosa, infernal cada cuánto, de noches aciagas y gélidas a diario, pujante y vigorosa día a día, impulsada por los Tuzos y sus triunfos de alcurnia.
La pujanza de Pachuca, la capital del Estado de Hidalgo, corre paralela a las conquistas de su equipo. Para muestra, un botón. El transporte público, el metrobús y los servicios de minibuses, ostentan el prefijo “Tuzo”. El “Tuzobús” recorre las principales avenidas de la ciudad y la conecta de cabo a rabo. Sus terminales, modernas y aseadas, no son subvenciones del Club Pachuca, sino del gobierno municipal, pero sí portan su distintivo. Pachuca es “Tuzolandia”.
Inversión del equipo presidido por Jesús Martínez sí es el complejo ubicado al sur de la ciudad en el que convergen el Salón de la Fama del Fútbol, la Biblioteca Central del Estado Ricardo Garibay, el Museo Interactivo y el Auditorio Gota de Plata. Una monumental explanada multicolor a mosaicos distribuye el corazón futbolístico de la ciudad. El Auditorio, que acoge la investidura del Salón de la Fama de la FIFA, auspiciada por los Tuzos, encabeza la espléndida postal, mientras la franquean el Salón de la Fama y el Museo. El conglomerado, a menos de cinco kilómetros del Estadio, está rodeado de un moderno desarrollo urbanístico en el que confluye un hotel de cinco estrellas, un centro comercial, torres de departamentos de lujos, bares y restaurantes gourmet. Hace 25 años, los terrenos eran ejidos desolados, apartados de la urbe. Hoy, son un símbolo de la Pachuca reluciente.
Dicho potencial no habría sido posible sin el esmero del Club Pachuca, que ha trabajado en sinergia con las diversas administraciones municipales y estatales a lo largo de los últimos 20 años. Rey Martínez, 39 años, abogado, refrenda el papel del Grupo Pachuca en el crecimiento de la ciudad: “El equipo de fútbol es una atracción, tanto turística como de inversión. El equipo en los últimos 15-20 años ha sido protagonista y ha tenido un buen rendimiento. Ha sido un motor muy importante en el crecimiento económico de la ciudad”. Humberto Torres, funcionario de la Secretaría de Salud del Estado de Hidalgo y habitante de la “Bella Airosa” por 37 años, considera que, incluso, los Tuzos han contribuido a potenciar el nivel de vida de la capital: “Sí, es un mejor lugar para vivir. Es una ciudad muy segura. El equipo nos ha dado mucho orgullo a los hidalguenses y nos ha traído un arraigo, un sentido de pertenencia”.
El Salón de la Fama, avalado por la FIFA durante la gestión de Joseph Blatter y aún bajo la batuta de Gianni Infantino, actual presidente del organismo presume reconocimiento mundial. Un gigantesco balón alberga cinco pisos de homenaje al balompié con material invaluable de episodios memorables del fútbol mexicano o mundial, como la Bota de Oro de Hugo Sánchez en la temporada 89-90, mientras defendía el blanco del Real Madrid, o una extensa memorabilia de las Copas del Mundo. El recorrido finaliza en una sala sonorizada, en penumbra, que muestra mamparas iluminadas y los trofeos de plata que inmortalizan a cada investido, nacional e internacional, que ha ingreso al Salón desde 2011. Pachuca como un punto neurálgico del fútbol mundial.
¿Se vive mejor en Pachuca a partir de los éxitos de los Tuzos? @ASMexico pic.twitter.com/N5ZRxNsLaj
— Lalo López (@Fmercu9) 8 de mayo de 2019
La omnipresencia del Pachuca, tanto como folclor local como infraestructura pública, aunado a su rol en el desarrollo urbanístico, ha motivado una identidad particular entre los habitantes: “Estoy orgulloso de mi equipo. Tengo un sentimiento muy arraigo con ellos desde mi infancia hasta ahora”, confía Torres, secundando por Martínez: “La mayor parte de la gente de Pachuca nos sentimos identificados con el equipo por el crecimiento al que ha llevado a la ciudad”. A su vez, Torres hace una evaluación a grandes rasgos la prosperidad que ha experimentado Pachuca en las décadas recientes, detonado desde el primer campeonato del equipo, al derrotar al Pachuca en la final del Invierno 99: “El crecimiento es exponencial. El Pachuca de hace 30 años nada tiene que ver con el Pachuca de hoy. En infraestructura ha sido un crecimiento de 0 a lo que es hoy. En cuanto a instalaciones deportivas, de alto rendimiento, es igual, de 0 a 100”.
En la Bella Airosa no solo hay barbacoa, el atosigador sol de mayo, frío y viento. También fútbol. y evolución.