GRAN FINAL | CRUZ AZUL VS AMÉRICA
El Estadio Azul no era el de la maldición
Cruz Azul demostró que la cancha en la cual juega como local no es el problema que le impide romper con la sequía de 21 años sin título de liga.
En la final de este torneo Apertura 2018 quedó demostrado que el escenario en donde Cruz Azul juega como local no es el que tiene la maldición que le impide a los celestes ser campeones.
La Máquina tuvo un registro negativo en las finales disputadas durante su periodo como local en el Estadio Azul, entre el año de 1996 y el Clausura 2018.
En esta etapa, el cuadro celeste disputó seis finales y sólo ganó una, la de su último título de liga en el Invierno 1997, en la cancha del León.
Para las cinco finales posteriores, los celestes cayeron, y en dos de ellas lo hicieron con el partido de vuelta en casa: ante Pachuca en el Invierno 1999 y ante Rayados en el Apertura 2009.
Sin embargo, ahora en el Estadio Azteca, una vez más el equipo de la Máquina se quedó cerca de levantar el título, luego de perder la gran final ante el América por 0-2 cuando administrativamente se encontraba en condición de local.
En el inmueble de Santa Úrsula el cuadro celeste había logrado una comunión con su afición luego de que durante todo el certamen estuviera invicto, con ocho victorias y un empate en la temporada regular, curiosamente ante las Águilas.
Además, en esta liguilla empataron con Gallos Blancos y le ganaron a Rayados, lo cual hacía pensar que el Estadio Azteca era su fortaleza, pero llegó el equipo de Coapa para demostrarles a los celestes que no era así: el Estadio Azul no era el maldito.