Las jugadas que pudieron cambiar el América vs Cruz Azul
En un partido sin emociones, que probablemente sea recordado como uno de los peores en una final de la Liga MX. Sin embargo, quizá debió ser distinto.
El partido de ida de la Final entre América y Cruz Azul finalizó tras unos lentos y frustrantes 45 minutos para los aficionados presentes en el estadio Azteca. El duelo no entregó emociones para recordar, pero si vivió diferentes momentos que pudieron cambiar el rumbo del encuentro. Entre faltas y remates que quedaron a nada de convertirse en gol, el Clásico Joven en lugar de transformarse en una batalla digna, se robó los bostezos de los aficionados.
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La polémica comenzó antes del minuto 10, cuando Bruno Valdez se preparaba para recibir el esférico en el área rival. Sin embargo, cuando se encontraba en el aire, recibió una clara patada de Igor Lichnovsky. Más de uno esperó al inminente silbatazo, pero Fernando Guerrero se guardó su herramienta de trabajo y el VAR se quedó callado.
No pasaron ni cinco minutos cuando el partido vivió otro momento que con un poco de fortuna para el Cruz Azul, se habría convertido en el primer gol del partido. Julio Cesar Domínguez realizó un certero remate de cabeza en el corazón del área, la afición ya tenía preparada la garganta para estallar en un poderoso grito de gol, pero Agustín Marchesín se lanzó como un superhéroe para salvar a las Águilas.
Antes de los 20 minutos, la Máquina se mantuvo con 11 hombres, únicamente por los problemas del silbante para juzgar las faltas. Milton Caraglio disputó la pelota con Valdez, pero en la acción le dejó los tachones sobre el tobillo del paraguayo. Guerrero decidió que una tarjeta amarilla era suficiente.
La segunda mitad también tuvo su dosis de polémica con una agresión de Valdez. El zaguero azulcrema luchaba por la posición con Iván Marcone, pero al desesperarse, soltó un manotazo al rostro de su rival. De nueva cuenta, el árbitro y el VAR se quedaron en silencio, incapaces de tomar una decisión determinante para el rumbo de la Final.
Finalmente, Cruz Azul encontró la oportunidad frente a la portería con un brillante filtrado de Martín Cauteruccio para Edgar Méndez. El atacante español realizó un potente disparo para superar a Marchesín, pero la redonda se estrelló en el travesaño, tras lo que llegó el silbatazo final.
La fortuna no acompañó a los equipos en ataque, mientras el arbitraje en su deseo de no ser factor, se convirtió en el mayor protagonista sobre el terreno de juego, de manera negativa. Quizá la historia cambie el próximo domingo en el mismo escenario, con los mismos clubes, pero con mucho más en juego.