Ramón Morales tuvo miedo de morir en cancha de Boca Juniors
La violencia pospuso la Final de la Copa Libertadores. Desgraciadamente, no es la única vez que un incidente así ocurre en Argentina.
La violencia pospuso la Final de la Copa Libertadores. Desgraciadamente, no es la única vez que un incidente así ocurre en Argentina. El 14 de junio de 2005, Chivas se metió a La Bombonera de Boca Juniors para defender el 4-0 de la Ida. Empató sin goles y avanzó a Semifinales de la Copa Libertadores. Pero lo vivido aquella noche, marcó a los mexicanos. Ramón Morales confiesa que aquella fue la única ocasión en que temió por su vida.
“No puedo generalizar, lamentablemente es un tema complicado en Argentina aunque pasa en todos lados, inclusive en México. Sí creo que allá es mas constante y eso es lo lamentable, en lo personal cuando me tocó vivir eso, fue la única vez en un partido de futbol que tuve miedo por mi vida, eso es una realidad. Gracias a Dios no pasó nada y pudimos salir adelante, pero es lamentable por el futbol mundial, porque ha pasado también en Europa, en México y ojalá esto se pueda ir quitando”, recuerda.
Aquella noche, la afición argentina no pudo soportar que un club mexicano dejara fuera al poderoso Boca Juniors. Llovieron toda clase de objetos a los jugadores. El encuentro estuvo detenido durante 15 minutos. Tuvo que darse por finalizado antes del tiempo reglamentario. Cuando las piedras aparecieron, el temor invadió a los rojiblancos.
“Al momento de las piedras, me acuerdo que le comentaba a Chuy Corona que era nuestro portero, ya supuestamente estaba todo calmado y se iba a reanudar el juego, duramos cerca de 15 minutos, me acuerdo que el árbitro me decía 'capitán, ayúdame a reanudar el juego'. Le dije a Chuy que fuera a su lugar y me contestó enojado con justa razón: ‘Ramón, están tirando piedras’. Me enseña una piedra y era del tamaño de mi cabeza. Ahí es cuando peligras, imagínate le pega a alguna persona, pudo ser algo muy grave. Fue complicado”, relata Morales.
“Después de ese partido, me tenía que quedar en Argentina para después volar a Alemania a la Confederaciones, me acuerdo que por todo lo que pasó, me toca una ambulancia para que nos lleve a tres jugadores, incluyéndome a mí, nos llevan a un hospital y de ahí nos iban a llevar amablemente al hotel. Un paramédico me dice: ‘den gracias a Dios que le vamos a River’. A lo mejor quizo asustar o sólo fue broma, no lo sé, pero al final queda como anécdota y lamentablemente hoy se recuerda eso”, sentencia.
Los años han pasado y el recuerdo permanece fresco. Ramón Morales hoy simplemente desea que lo ocurrido aquella noche y lo sucedido la semana pasada, previo a la Final de la Copa Libertadores, no se repita más. El futbol es una fiesta en la que no tendría que aparecer la violencia.
“No deberían tener lugar y aquí el problema es que no deben ser comunes, que cuando pase algo sorprenda para mal, porque nos parece algo normal, estaríamos muy mal. Ojalá sea cada vez menos, creo que sí viene desde una cultura desde qué le enseño yo a mí hijo, vele a este equipo, pero solo es un juego o si le digo vele a este equipo, pero le doy el ejemplo de arrojar cosas y así crece con ese patrón”, concluye Ramón Morales.