Melquiades Sánchez Orozco: del Estadio Azteca al Canal 5
La voz de don Melquiades Sánchez Orozco no ha desaparecido con su fallecimiento. En el recuerdo quedará siempre en el imaginario colectivo de los fans del fútbol y las caricaturas.
Su tono de voz grave, pero a la vez aterciopelado, de esas de locutores de antaño, cuando las televisiones eran de bulbos y las radios de transistores. Melquiades Sánchez Orozco fue ‘La Voz del Estadio Azteca’ y más que una frase hecha o un lugar común, la realidad es que su timbre vocal quedará siempre asociado con el Coloso de Santa Úrsula tras más de cinco décadas de darle sonido a la catedral del fútbol mexicano. Hoy, ‘El Perraco’ ha dejado de existir y con él una parte de la historia del Azteca se ha cerrado.
“Goooool anotado por Pelé, número 10 de Brasil”… “Cambio del equipo del América, sale con el número 9 Gustavo Echaniz; entra, con el número 10, Eduardo Bacas”… “Gooool del América, gol anotado por Luis Roberto Álves ‘Zague’”… Con esa voz característica, Melquiades Sánchez Orozco fue testigo y portador de instantes cruciales del fútbol, pasando por los Mundiales de México 70 y 86, finales del Fútbol Mexicano, el título de campeón de México en la Copa Confederaciones 99 y en el Mundial Sub 17 de 2011 entre muchos otros más.
Pero esa voz no sólo quedará prendada en el recuerdo de los amantes del fútbol. En el imaginario colectivo don Melquiades será también la voz del Canal 5. “Canal 5 al servicio de la comunidad: se solicita su ayuda para localizar al niño…”; “A continuación, Los Picapiedra; al finalizar, Partidos Políticos”. Esa y muchas frases quedan también en el recuerdo de generaciones y generaciones de niños que se convirtieron en adultos y que el pasado se revive con la voz de Sánchez Orozco.
Hoy se fue Melquiades Sánchez Orozco, la voz del Estadio Azteca, la que siempre será recordada por aquellos aficionados que desde niños vivieron las emociones del fútbol en las tribunas del inmueble de Santa Úrsula Coapa y que con el paso del tiempo incluso llevaron a sus hijos o a sus nietos para trasmitirles el amor por el fútbol, siempre acompañados con las ondas sonoras emitidas por Don Melquiades.