Banega: Sevilla le ha devuelto la luz que no tuvo en Valencia ni en el Inter
Momento Banega. No hay duda, Ever Banega (Rosario, 29-06-1988) pasa por su mejor momento. En su tercera temporada en el Sevilla, el argentino ha madurado, ha dejado atrás los destellos esporádicos y se ha hecho el dueño del centro del campo. De Sevilla no se quiere ir y se nota. Este verano el Arsenal de Emery llamó a su puerta, pero el argentino, por fin, se siente en casa.
Años oscuros. Pero mucho le ha costado a este argentino, que comenzó a jugar al fútbol en un clásico en Rosario entre la Escuela Alianza Sport y el Grandoli donde jugaba un tal Leo Messi, demostrar su talento en LaLiga. Llegó a España en enero de 2008. El Valencia desembolsó 26M€ por esta perla argentina que venía de ganar el Mundial Sub-20 y por el que el Madrid decidió no hacer efectiva su opción preferencial. A la ciudad del Turia llegó perseguido por un vídeo de mal gusto y vestido con la camiseta del Madrid, acciones que le obligaron a pedir perdón.
Sin romper. Tras su primera temporada che, se marchó un año cedido al Atlético del mexicano Aguirre, en el que dejó algunos detalles y con el que se estrenó en la Champions, pero al final de la temporada volvió a Valencia. No terminaba de romper. Demostraba tendencia a engordar por sus malos hábitos alimenticios, el club le llegó a preparar la comida en Paterna para que se la llevara a casa y posteriormente le contrató una cocinera para su domicilio. El Valencia confiaba en su talento y hacía todo lo posible porque mejorara su rendimiento. Juan Mata se había marchado al Chelsea y Banega se quedaba con la responsabilidad del equipo. Sin embargo, 2012 fue un año nefasto. En enero se autoatropelló y el resultado fue fractura de tibia y peroné y seis meses de baja. Banega, que normalmente tenía un chófer conocido como El Sevillano, conducía ese día su coche y tras bajarse en una gasolinera se olvidó de poner el freno de mano y el coche atrapó su pierna izquierda. En julio volvió a tener otro incidente, en esta ocasión su Ferrari salió ardiendo cuando se dirigía a Paterna. Como en Valencia no explotaba se fue cedido a Newell’s, hasta que en enero de 2015 Monchi le recuperó para la causa sevillista, no sin antes probar en el Inter.
El dueño de la pelota. Banega se ha sumado a la fiesta goleadora del Sevilla, que en cuatro partidos ha marcado 17 tantos (5 al Standard, 6 al Levante, 3 al Madrid y 3 al Eibar). No tiene la estampa de Fernando Redondo, ni todas las cualidades de Xavi, pero con su 1,74, nadie le quita la pelota en Nervión.