ANTONIO GALLARDO

La importancia de Blanco Leschuk

El Málaga sigue intratable. El equipo de Muñiz funciona como un reloj suizo. No comete errores y exprime al máximo sus virtudes. El argentino Blanco Leschuk se ha convertido en una pieza fundamental.

Antonio Gallardo
Ha ejercido como redactor en la delegación de AS Málaga desde 2005 hasta abril de 2025, cubriendo la información de Málaga CF, Unicaja, UD Almería, Granada CF y todo lo que suceda en el sur (partidos de la Selección, Copas del Rey ACB, Copa Davis…).
Actualizado a

El Málaga no se sale del guión marcado por Juan Ramón Muñiz y, de momento, no hay quien le pare. Su Málaga es un reloj suizo que no escatima un solo esfuerzo, no comete errores y, sin ser un equipo preciosista, exprime al máximo todas sus virtudes. Un saque de banda de tiralíneas, una genialidad de Jack Harper y una acción a balón pardo llevaron el delirio a La Rosaleda. Un partido perfecto. Otra victoria solvente. La Rosaleda, como proclaman desde el Fondo Sur, “está descontrolada”. La fiesta en el estadio arrancó en el minuto 60 y ya no paró hasta el final. Ha sido más de un año de pesares, derrotas y amargura. Muñiz ha ensamblado con mano exquisita las piezas, su equipo va como un tiro y la afición se ha ganado el derecho a disfrutarlo. 15 de 15. La gesta de las siete victorias de hace 11 años está cada vez más cerca.

Muñiz lidera a un equipo intratable en el que se agigantan con el paso de los partidos jugadores como Blanco LeschukN’Diaye, Ontiveros o Harper. El ‘9’ se ha convertido en un futbolista vital. Hace de todo y lo hace bien. Juega de espaldas, oxigena, se asocia con criterio y va bien al remate. Decisivo. Y el extremo es puro desequilibrio, un futbolista en estado de gracia recuperado para la causa. Implicado en defensa, en ataque lleva semanas marcando la diferencia. La efectividad del Málaga en ataque es altísima. Pero defensivamente el equipo es una roca. Encajó un gol en el 5’ del primer partido de Liga en Lugo y no ha vuelto a recibir un tanto. 445 minutos imbatido. Ocho goles a favor y sólo uno en contra en cinco partidos. Números que han devuelto la ilusión y las ganas de soñar al malaguismo.

Te recomendamos en Opinión