Urge que suene la campana de la pelea del año
Saúl 'Canelo' Álvarez y Gennady Golovkin prometen estelarizar una pelea que tiene todos los ingredientes de un clásico instantáneo.
La de “Canelo” y Golovkin no es una rivalidad cualquiera. Pero para que esta animadversión permanezca en la memoria colectiva de los aficionados al boxeo, la pelea de este sábado por la noche, por el título mundial de peso medio, también tiene que ser memorable.
Y el combate tiene todos los ingredientes de un clásico instantáneo: dos peleadores que han demostrado que se odian; un segundo capítulo, tras una pelea que terminó en un polémico empate hace justo un año; la suspensión por seis meses de Saúl Álvarez tras dar positivo por clembuterol en un par de pruebas antidopaje; los ataques del kazajo hacia el tapatío, al que calificó de “sucio y tramposo”; la guerra verbal con declaraciones como la del “Canelo”, quien dijo que “GGG” no tiene huevos porque es su manager, Abel Sánchez, quien habla y no Gennady; Golovkin, quién tachó de “payaso” a “Canelo” y, por supuesto, el face-off de la ceremonia de pesaje, que casi termina en trifulca, cuando el mexicano hizo contacto con la frente del rival para generar un alarido en la T-Mobile Arena.
“Él es puro show, es como un payaso”, dijo Golovkin del “Canelo”. Son el Batman y el Joker del boxeo. “Esta pelea es muy importante para continuar con mi historia. Creo que después de esta pelea viene una segunda parte de mi carrera”, dijo “Canelo” en la que -hasta el viernes- había sido una semana tranquila en Las Vegas.
Álvarez es un púgil único en la historia del boxeo mexicano. En su país tiene igual número de seguidores que de detractores, en gran medida porque en los principios de su carrera estuvo ligado a Televisa, por lo que sus primeros triunfos siempre tuvieron “peros”. Lo más común era criticar que los rivales que vencía eran de malos a muy malos.
No ayudó la derrota ante Floyd Mayweather, en 2013, un combate en el que “Canelo” rara vez pudo hacerle daño a “Money” (apenas conectó 22% de sus golpes). Pero dos años más tarde, Álvarez derrotó por decisión a Miguel Cotto, con 32 por ciento de efectividad.
Tras vencer al puertorriqueño comenzó a sonar la posibilidad de enfrentar a Golovkin, pelea que finalmente se gestó en septiembre de 2017. El polémico empate no dejó a nadie satisfecho. La jueza Adalaide Byrd vio ganar a “Canelo” 118-110 (lo que alentó el sospechosismo que existe contra el mexicano), mientras Dave Moretti favoreció al kazajo 115-113 y Don Trella “amarró” el empate con sus tarjetas idénticas en 114-114.
Álvarez conectó 33.5% de sus golpes y 41.9% en golpes de poder, mientras “GGG” terminó con 31% y 32.2%, respectivamente. Golovkin ganó en los jabs, con 29.9% contra 23.6% del mexicano. Ambos saben que están obligados a noquear para ganar esta segunda parte.
Si “GGG” gana la noche del sábado en Las Vegas ligará 23 defensas consecutivas del título de peso medio y le romperá la marca de 22 que aún ostenta Bernard Hopkins. “Será una pelea muy competitiva”, dijo Hopkins. “Creo que en los rounds intermedios ‘Canelo’ usará su velocidad, y también su confianza y experiencia jugarán un papel muy importante en esta pelea”.
“Creo que va a ganar ‘Canelo’ Álvarez por nocaut por ahí del décimo round”, auguró Eduardo Camarena, experto en la materia. “El mexicano es un boxeador más completo que Golovkin, boxea más que su adversario y es más rápido”. Nadie ha sido capaz de noquear a “GGG”. Es más, nadie lo ha derribado. El récord del kazajo es de 38 victorias (34 por KO), cero derrotas y un empate.
“Canelo” tiene foja de 49 triunfos (34 KOs), un revés y dos empates. ¿Y cómo piensa derrotar “Canelo” a Golovkin esta vez? “Frecuencia de golpes. Creo que eso es lo que faltó [en la primera pelea], la frecuencia de golpes, rematarlo. Y es lo que vamos a hacer en esta pelea. Y, como lo he venido diciendo, vamos a trabajarlo para que se dé ese nocaut”, aseguró el mexicano.
Todo está dicho. Es momento de callar y golpear. Urge que suene la campana.