El Celta de Araujo se llevó tres puntos de oro de Levante
Con el defensa mexicano Néstor Araujo los 90 minutos en la cancha, el Celta se derrotó 2-1 al Levante en el cierre de la tercera jornada de LaLiga.
Se repitió la historia en el Ciutat de València y el Celta volvió a salir vencedor. Ya son seis consecutivas. Algo tiene el equipo celeste con el feudo granota. Con dos genialidades de Sisto tuvieron suficiente para encontrar un tesoro que luego supieron proteger. Quizá demasiado premio. Y poco para un Levante que por empeño no mereció irse de vacío.
Antonio Mohamed, técnico del conjunto celeste, formó a su equipo con el mexicano Néstor Araujo como titular en defensa junto a Gustavo Cabral y Facundo Roncaglia. El zaguero azteca disputó los 90 minutos y tuvo una participación destacada.
Sorprendió el Celta en la primera que tuvo. Pronto. Diez minutos. Sisto recortó en banda a Morales que entró bravo al capote y fusiló a Oier por arriba sin encontrar oposición en su camino por el área. Antes Roger ya había marrado una buena opción tras un rechace de Sergio. Y después también se equivocó en un remate de cabeza al segundo palo. El gol espoleó a los azulgranas que llegaban con peligro pero siempre terminaban tirando a las manos del portero.
Entonces llegó el segundo. En la segunda aparición de los celestes por arriba. En la tercera para ser exactos. Justo en una acción anterior Maxi no acertó a rematar un pase de la muerte desde la derecha. Pero en una contra perfectamente llevada de nuevo por Sisto, sirvió a Maxi y éste no perdonó ante la lenta reacción de Oier que, además, se la comió por su palo.
Se le ponía bonita la noche a Mohamed que casi ni en sus mejores sueños habría dibujado una primera media hora tan plácida y efectiva en Orriols. Lejos de bajar los brazos, los locales siguieron insistiendo. Y Bardhi tuvo dos intentos desde la frontal. Uno estuvo muy cerca de entrar de no ser por la cabeza de Araujo que desvió el balón en su trayectoria a la red con Sergio detrás ya casi haciendo la estatua.
El telón del segundo acto se levantó con el mismo escenario que el primero. Dos sustos del Levante, pero sin resultado. Muy claros además. El primero de Roger. La tiró arriba cuando Morales le dejó solo ante Sergio. Luego fue el Comandante quien no acertó a rematar un centro rasito desde la derecha. Solo tenía que empujarla a un lado. Le salió a las manos.
El reloj descontaba minutos al tiempo que el cansancio se acumulaba en las piernas de todos. Parecía que más en las granotas, siempre a remolque. El Celta esperaba cazar una contra y finiquitar la faena. Y las tuvo. Pero apareció Oier. El meta devolvió a los suyos la vida que antes les había quitado con dos paradones. Volando a la escuadra en una falta de Sisto desde la frontal. Y tirando de reflejos en un remate de cabeza a bocajarro de Maxi.
A Levante le quedaba la honra de intentarlo hasta el final. Y encontró la suerte demasiado al final. Roger probó a Sergio desde la frontal con una buena volea. Respondió bien el arquero. Y a falta de un cuarto de hora recortaba distancias con un penalti de Morales. Clarísimo. Sergio tumba a Dwamena tras dejarlo sentado y a punto de empujar a la red.
Mohamed no lo veía claro. A guardar la ropa. Aspas y Sisto al banquillo y a reforzar el equipo ante las últimas embestidas locales. Con más corazón que otra cosa. Porque fuerzas las justas. El empate pudo llegar en un último zurdazo de Rochina que se topó con una milagrosa pierna en la maraña de defensores celestes. Y así se firmó la primera derrota del curso en Orriols. Y la primera alegría para el nuevo Celta de Mohamed.