Pumas venció a Atlas en la jornada 3 del Apertura 2018
Universidad Nacional goleó a los rojinegros y se mantuvo como el líder general de la competencia tras su paso perfecto en lo que va del semestre.
Pumas va en serio. Algunos dirán que las circunstancias le favorecen, pero aprovechar eso tiene un enorme mérito. Paso perfecto luego de tres fechas del Torneo Apertura 2018. Y el fin de una maldición este viernes: 3-0 sobre el Atlas, de visitante. En el Estadio Jalisco, la UNAM no sacaba la victoria desde 2004. Esa racha de casi 14 años ha muerto esta noche.
El encuentro arranca con todo a favor del conjunto local. Octavio Rivero es derribado dentro del área. El árbitro Jorge Pérez Durán no duda un instante: penal. El mismo Rivero es quien acomoda y patea desde el manchón. Y en ese terreno de las circunstancias, habrá quien diga, por ejemplo, que los Zorros han fallado un penal cuando el encuentro estaba igualado.
Pero el mérito por completo es del arquero de la UNAM. Cuando el rojinegro patea, fuerte y por el centro, Alfredo Saldívar no se vence por completo. Estira la mano izquierda, cuando ya se pasaba, para desviar la redonda, que se eleva dramáticamente hacia el travesaño. Y se va con angustia a tiro de esquina. Al minuto 7, el guardameta ya es héroe.
Regla no escrita (pero muy sabia) del futbol: el que perdona, pierde. Pocos minutos después, tiro libre muy lejos del arco. Pablo Barrera impacta con fuerza. El joven portero rojinegro, José Hernández, tapa de mala manera. Rebota la redonda, pero al centro... Kevin Escamilla aparece, atento a la jugada. Su contrarremate es potente. A las redes. Gol de Pumas, al ‘16.
En el Jalisco hay una importante cantidad de aficionados universitarios que celebran el gol que abre el camino. Guadalajara no se le da con facilidad al equipo: ante Chivas, no gana desde 1982 y frente al Atlas, desde 2004. La sequía puede terminar esta noche. Esa esperanza se incrementa tres minutos después, cuando Lorenzo Reyes se va expulsado: roja directa por una dura entrada.
Son instantes de pesadilla para el Atlas, incapaz de despertar. Otro tiro libre, más cargado esta vez por la derecha. No tan lejano como el anterior, pero el pateado es el mismo. Pablo Barrera cobra por encima de los defensores. La redonda dibuja en su trayecto la parábola perfecta. Baja en el momento justo y el vuelo de José Hernández es inútil.
Las redes se mueven por segunda ocasión. Gol de la UNAM. Es el 2-0 y apenas al minuto 21, el panorama es absolutamente claro para los visitantes: un jugador de más en campo y dos tantos de ventaja en el marcador. Además, un rival anímicamente aniquilado después de que, al ‘25, le anulan el gol de Brayan Garnica, que le daba algo de esperanza, por controlar el balón con ayuda de la mano.
Bajo esas circunstancias (que se deben saber aprovechar), sumar tres puntos es sólo cuestión de tiempo. Pumas tiene incluso para concretar una goleada, pero perdona primero Martín Rodríguez en un mano a mano con el arquero José Hernández (‘28) y después Pablo Barrera, quien enfila al área, solitario, pero en lugar de ceder a uno de los dos compañeros que sólo debían empujar el gol, opta por el disparo cruzado que se va por un lado (‘45).
Para la segunda parte, el cuadro universitario sabe que no necesita pisar el acelerador. La inercia que lleva es suficiente para llegar a la meta. El ritmo del encuentro disminuye. Atlas no puede. Pumas no quiere. Los minutos se diluyen sin que el marcador se altere. Felipe Mora tiene opción de incrementar el marcador, pero la defensa le desvía el remate en el último instante, al ‘66.
La UNAM administra bien los esfuerzos. Y todavía, para que la cuña apriete, aparece un ex atlista: Matías Alustiza no duda dentro del área, remata un centro raso, como viene, para poner el 3-0 definitivo, al ‘86. El silbatazo final decreta la victoria universitaria, como visitante frente a los Zorros, algo que no conseguía desde 2004. Nueve puntos de nueve posibles. Estos Pumas van en serio.