Chivas pierde ante Cruz Azul en la jornada 2 del Apertura 2018
El Rebaño Sagrado sufrió en propia casa: primero por el estado de la cancha, segundo por la caída ante la Máquina.
Jugar en casa se ha convertido en una pesadilla para el Rebaño Sagrado: sólo un triunfo en los últimos 18 encuentros. El más reciente ha terminado de nuevo en derrota. Chivas es un equipo incapaz de sobreponerse a la adversidad. Este sábado no ha podido con un campo en malas condiciones, mucho menos con un adversario mejor armado. Cruz Azul se impone como visitante por 1-0. Apenas lo justo. Con eso le basta para sellar el segundo triunfo en dos jornadas del Apertura 2018.
Las horas previas al encuentro han sido protagonizadas por una intensa tormenta. La cancha se encuentra en malas condiciones y los encargados de su cuidado hacen lo posible por librarla de charcos. Es misión prácticamente imposible. Pese a todo, el árbitro y el comisario de la FMF determinan que se juegue el encuentro, aunque arranca con 20 minutos de retraso.
Pero las condiciones son complicadas. Difícil ver espectáculo en un campo donde la pelota no rueda con normalidad. Así, el encuentro es por completo atípico. Hay resbalones constantes de los 22 jugadores. El primer aviso de Chivas es tibio: un derechazo de Isaac Brizuela que, tras el bote, controla Jesús Corona, al ‘2.
La Máquina, favorita antes del silbatazo inicia, crea peligro gracias a una mala salida de Raúl Gudiño, pero el cabezazo de Julio César Domínguez pasa angustiosamente por un lado, al ‘5. El encuentro se traba constantemente en el medio campo. El campo es un desastre por la banda más cercana a las bancas. Los jugadores resbalan una y otra vez. La pelota se muere en los charcos.
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Tal vez la única medianamente peligrosa para el Guadalajara: Javier Eduardo López filtra por derecha para Alan Pulido. El centro del atacante es pasado. Techa a la defensa con inteligencia. Le queda a Isaac Brizuela, sin marca, pero cabecear no es su mayor virtud. Se nota: el remate se va por encima del arco, al ‘20.
El campo juega su propio partido: Josecarlos Van Rankin resbala en zona peligrosa. Milton Caraglio aprovecha y roba el esférico. El centro al corazón del área tiene promesa clara de gol. Édgar Méndez se dispone al remate cuando Hedgardo Marín barre milagrosamente y le impide abrir el marcador, al minuto 35.
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Hay polémica antes del descanso, cuando Edwin Hernández tiene un contacto dentro del área a Roberto Alvarado. El de Cruz Azul termina en el césped. Los reclamos son inmediatos, pero el silbante Fernando Hernández juzga que no existe falta. Así termina la primera parte.
Para el complemento, Milton Caraglio ya no vuelve al campo. En su lugar va Martín Cauteruccio. El recién ingresado escapa en los primeros instantes desde tres cuartos de cancha. Carlos Salcido le persigue, pero las piernas no le alcanzan. Hedgardo Marín perfila muy mal cuando lo encara y le permite acomodarse. El disparo es raso y cruzado. A las redes. Gol cementero, al ‘46.
Y con eso es suficiente, porque el Guadalajara de José Saturnino Cardozo es de por sí un equipo que todavía no entiende la idea. A eso hay que sumarle las condiciones de la cancha. José de Jesús Godínez se fabrica una oportunidad en solitario, pues en conjunto no funciona el Rebaño Sagrado, pero su remate es débil y fácil de controlar para Corona, al ‘70.
Un minuto más tarde, Isaac Brizuela, el hombre más participativo del Guadalajara, manda centro que pega en el brazo de Adrián Aldrete. Reclamos una vez más, pero el silbante no señala el penal. Cruz Azul responde con un derechazo de Elías Hernández que revienta el poste, al ‘79. Chivas no tiene para más: algo de intención hay, seguro, pero pocas, muy pocas ideas.
Al proyecto de Cardozo le queda mucho por corregir. Con lo qué hay hoy alcanza para muy poco. La Máquina, en cambio, da muestra que es un equipo capaz de sobreponerse incluso a las malas condiciones de una cancha de futbol. Arranque perfecto del cuadro de Caixinha: seis puntos de seis y la ilusión de romper la sequía de dos décadas vive desde el arranque de este torneo.