La noche triste de Moscú
Si cada persona tiene su propia manera de encarar y vivir el dolor, en cuestión de futbol, cada nación posee su forma de digerir la tristeza.
Si cada persona tiene su propia manera de encarar y vivir el dolor, en cuestión de futbol, cada nación posee su forma de digerir la tristeza. Rusia ha dado una muestra este sábado, con la eliminación de su Selección en Cuartos de Final de la Copa del Mundo, ante Croacia. Adiós al anfitrión que ha caído en tanda de penales.
En el Fan Fest de Moscú, más de 25 mil aficionados han sufrido a su propia manera. Tras el penal anotado por Rakitic, no hay gritos exagerados, las lágrimas son escasas: lo que más resalta es el silencio... y después el aplauso. Así se despide la gente de una Selección que ha logrado más de lo que se esperaba en el Mundial.
Resulta una forma peculiar porque en otros países la reacción quizá habría sido cargada de furia. En Moscú, la tristeza simplemente enmudece a todos. Ha sido un sábado largo. Porque para llegar a ese momento de tristeza profunda, los habitantes de esta ciudad se han subido a la montaña rusa de las emociones: han estado arriba y abajo.
De entrada, han llegado con mucho tiempo de anticipación. El Fan Fest tiene una capacidad “limitada”. Y va así, entre comillas, porque 25 mil personas no es exactamente algo limitado. Es bastante espacio, pero insuficiente cuando se trata de un partido de la Selección local. El complejo, a un costado de la Universidad Estatal, se cierra mucho antes del encuentro. Por eso, si se quiere asegurar un lugar, es preciso llegar antes del primer duelo de la tarde, entre Inglaterra y Suecia.
Tarde larga. Mucho alcohol. Sol a ratos y llovizna por momentos. El cambiante clima de Moscú. Así, cuando llega la noche, aquella enorme masa ya está entonada. La afición rusa va de la ilusión del golazo de Cheryzev, a la angustia del empate, el drama de voltereta y la agonía del 2-2 en tiempo extra. Los penales, sabido es, son cualquiera.
Y esta vez, Croacia es triunfador. La afición rusa, entonces, “sufre” a su modo. El silencio es increíble en el Fan Fest. Segundo de incredibilidades. Seguramente también de dolor. Poco después, por fin hay reacción: aplausos para despedir a una selección por la que poco se apostaba. Rusia está fuera de su propio Mundial. La afición lo padece en la noche triste de Moscú...