Caras largas tras la eliminación de México en Rusia 2018
En un momento de total decepción para el futbol mexicano, escasean las palabras y son pocos los seleccionados que se detienen a hablar con la prensa.
Más de una hora ha transcurrido tras la eliminación. Marco Fabián y Javier Aquino son los primeros en salir del vestidor de México. Caras largas. La prensa que se encuentra en la zona mixta hace el intento a lo largo de todo el camino que recorren... y no es corto. En algún momento, una pequeña seña con la mano para rechazar. El resto de su andar, sin siquiera voltear a mirar a los presentes.
Después, largos minutos de espera. Casi hora y media después del encuentro aparece Rafael Márquez. El veterano de cinco Copas del Mundo ha puesto fin a su brillante carrera. Y la despedida ha estado lejos de ser lo que soñaba. Pero es uno de los que habitualmente da la cara. Se detiene a platicar con la prensa. El gesto es triste. La decepción es evidente.
Mientras los periodistas se amontonan alrededor de él, otros jugadores aprovechan para emprender la huida. Pasan todos detrás suyo. Evitan las entrevistas. No tienen ánimo de hablar. Por la derrota, es comprensible, aunque en realidad, muchos de ellos ni cuando el resultado es positivo. El gesto es similar en todos: la frustración es evidente.
Son pocos los que se detienen a dar la cara. En un momento de total decepción para el futbol mexicano, escasean las palabras. Se detienen los de siempre: Andrés Guardado, Guillermo Ochoa, Miguel Layún y Carlos Salcedo. A ellos se agrega Javier Hernández, otro de los que habitualmente dan la cara cuando las cosas andan mal.
La mayoría de ellos son experimentados. Con excepción de Salcedo, el resto ya sabe lo que es sufrir una eliminación en esta misma instancia. Pero la decepción en el rostro es la misma. No hay lección del pasado que prepare a alguien para la frustración del presente. Los futbolistas de la Selección Mexicana son la viva muestra.
Han tardado mucho en abandonar la Arena Samara y lo han hecho con la decepción a cuestas. Por séptima ocasión consecutiva, el Tricolor se despide en octavos de final. La frontera imparable. El límite de México. O más allá: por desgracia, para lo que da el futbol nacional. Esa es la mayor frustración en los rostros de cada uno.