Mexicanos sufren, pero llegan para apoyar al Tricolor
Aficionados de la Selección Mexicana arribaron a Samara para apoyar al Tricolor en el partido ante Brasil.
Si el torneo premiara aficiones, seguramente la mexicana tendría enormes opciones de proclamarse campeona del mundo. La Arena Samara es una nueva prueba del enorme espíritu de miles de viajeros que han venido desde tierra azteca con la ilusión de ver al Tricolor hacer historia en Rusia 2018.
Para el cuarto partido, ese que se ha alcanzado en los pasados seis Mundiales, los mexicanos han sufrido. Esta vez, no fue tanto problema el boleto como el transporte. Llegar a la ciudad de Samara ha sido un suplicio en muchos de los casos. “Llegamos en el tren de las tres de la tarde, venimos apenitas para el partido”, explica Carlos, originario de Colima.
Y como él, otros tantos. Hay aficionados que viajaron en avión durante la madrugada, procedentes de Moscú. Otros, han llegado a Samara en los trenes que arribaron a las 09:00, 11:00, 13:00 y 15:00 horas. El trayecto por esa vía es de aproximadamente 13 horas. “No importa nada, estamos cansados, hasta la madre del viaje, pero todo vale la pena con tal de ver cómo le ganamos a Brasil”, señala Jessica, que ha viajado a Rusia desde León, Guanajuato.
En número, quizá son menos. Para el debut contra Alemania, en Luzhniki, dentro del estadio había más de 40 mil y muchos se quedaron fuera al no conseguir boleto. En Rostov, para el duelo ante Corea del Sur, casi 35 mil y en Ekaterimburgo, para el partido contra Suecia, cerca de 30 mil mexicanos. Este lunes la cantidad ha bajado, pero no el ánimo.
El espíritu es el mismo. El apoyo se da por igual. Sombreros, máscaras, trajes de charro, vestidos típicos de muchas regiones del país, bigotes falsos en rostros de niños, caras pintadas de verde, blanco y rojo. La afición mexicana es digna de una Copa del Mundo. “Lo que pasa que también está cabrón que todos se queden, es mucho gasto y hay que hacer un gran sacrificio, pero aquí estamos”, afirma el jalisciense Alberto.
Los brasileños también han traído su color. Afuera de la Arena Samara se monta una “guerra de porras”. Los mexicanos abren con “Cielito Lindo” y siguen con “El Rey”. Por más que los brasileños intentan responder, pierden la primera batalla. Entonces, optan por cantar en contra de Argentina para recorta, su eterno enemigo, que ya ha sido eliminado de la Copa del Mundo. Enorme ambiente, las horas previas al México-Brasil, por el pase a Cuartos de Final.
