SELECCIÓN MEXICANA

Mexicanos llegan a Samara en menor número

La afición mexicana ha disminuido en número, pero mantiene la misma actitud y alegría que mostró en otras ciudades rusas y lo hacen resaltar del resto.

Mundial 2018
TATYANA ZENKOVICH
César Huerta
Periodista originario de la ciudad de Guadalajara. Experiencia de más de 25 años en la profesión. Especializado en futbol, pero con paso y coberturas en toda clase de deportes. Asignado al seguimiento de Chivas durante los últimos 15 años. Mundialista en Rusia 2018.
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Las ruedas se mueven a ritmo mexicano. Tres compatriotas andan en bicicleta a un costa del Río Volga. El calor de Samara recibe este domingo no solo a ellos, sino a cientos de mexicanos que van llegando a la ciudad, para el partido de Octavos de Final del Mundial de Rusia 2018 que disputará el Tricolor este lunes, frente a Brasil.

Son 32 grados centígrados los que reciben a la Selección Mexicana, que tendrá ya aquí su última práctica antes de su trascendental encuentro. Pero además, los aficionados comienzan a poblar de verde las calles de la ciudad. Sin embargo, no en el mismo número que se vio en Moscú, Rostov o Ekaterimburgo.

Más de 40 mil mexicanos viajaron a Rusia para el primer partido, frente Alemania y gradualmente el número comenzó a disminuir. Para este duelo de Octavos de Final, evidentemente son menos, pero igual de entusiastas. Por eso, destacan de inmediato en la ciudad de Samara.

Muy temprano, se les puede ver en el Museo Cosmonauta de Samara. El lugar rinde homenaje a Yuri Gagarin, el primer astronauta ruso. Y los mexicanos con sus inconfundibles camisetas verdes, posan constantemente junto al transbordador que se encuentra en la entrada y que es el mayor atractivo de este sitio.

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Poco más tarde, se ven más mexicanos andando en bicicleta por el malecón. Debajo de la Estela Ladya, recorren la orilla del Río Volga o entran a comer en alguno de los restaurantes del lugar. La presencia es notoria, aunque en menor cantidad. La invasión azteca que pintó Rusia de verde, ha disminuido en intensidad, pero no en entusiasmo. Los que han viajado a Samara confían en la hazaña, este lunes contra Brasil.

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