LA PIZARRA TÁCTICA

Piqué y Ramos, símbolos del disparate defensivo

Javier Sillés
Subdirector de AS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense, empezó en 2011 en la sección del Real Madrid como becario. Después pasó a AStv, donde ejerció la función de editor jefe hasta 2021 y como jefe también de la sección de infografía. En 2021 fue nombrado de redactor jefe de fútbol y en 2022 ascendió a subdirector de AS.
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A peor. No se reconoce a España en este Mundial. Es un equipo poco gremial, sin hueso protector y alterado por equivocaciones individuales preocupantes. La hipoteca defensiva ataca todo su fútbol, con Piqué y Ramos desencajados y con culpas en las jugadas de peligro de Marruecos.

Superados. Son la personificación de la deriva española en su retaguardia. Su posición media en el campo, cercana a la medular, propagó otra vez dificultades evidentes para ambos. Son incapaces de preservar los casi 50 metros que quedan a su espalda. 

Por alto. La actitud táctica de la Selección condiciona la respuesta de Piqué y Ramos, pero no es el único problema. Su inseguridad se transmite en su menguada pujanza en los duelos aéreos. Ramos sólo salió vencedor en uno de tres y Piqué, en cinco de ocho. 

En peligro. Concede España en todos los aspectos del juego (transiciones, desplazamientos directos, estrategia...). Marruecos necesitó sólo de 36 ataques para generar siete acciones de gol, cuatro de ellas muy claras. A la Selección se le hará muy corto el Mundial con tantas licencias.

Error mayor

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Pierde el desafío

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