Afición de México llegó a Ekaterimburgo con mucha ilusión
Los aficionados de la Selección Mexicana llegaron a la sede del tercer partido del equipo Tricolor y comienzan a soñar con algo más superar la fase de grupos.
Primero fue Moscú; después, Rostov. Las dos primeras ciudades donde jugó la Selección Mexicana se pintaron de verde. Ahora, Ekaterimburgo empieza a tomar la misma tonalidad. Los aficionados del Tricolor han comenzado a llegar a la sede más al oriente de la Copa del Mundo 2018. Y vienen cargados de ilusión para ver el último duelo de la fase de grupos, ante Suecia.
Luego de dos victorias ante Alemania y Corea del Sur, el conjunto nacional aún no tiene asegurada la calificación. Una derrota, combinada con una victoria de Alemania sobre Corea del Sur, podría dejarle fuera de la competencia. Pero entre los aficionados mexicanos, esa no es una opción. Hay confianza no sólo de superar esta fase.
“Sí, yo tengo la fe... para empezar porque nos tocó quizá uno de los grupos más difíciles en la historia de México en los Mundiales, hemos salido adelante y parece que sí puede ser este un Mundial histórico a comparación de los demás”, sentenció Fabián, quien viaja desde Jalisco, acompañado de un grupo de amigos.
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Tanta confianza existe, que ve cercana la posibilidad de lograr algo que nunca antes consiguió el futbol mexicano: una primera fase perfecta: “Nos la hemos pasado muy bien aquí en Rusia, nos han tratado muy bien, sobre todo porque ven un mexicano y para todo quieren foto las rusas... y los rusos. Yo digo que el miércoles México gana 3-1”, aseveró.
En el grupo viaja otro Fabián y es él quien asegura que la mentalidad de Javier Hernández, de “imaginar cosas chingonas”, es la que debe prevalecer para triunfar: “Siempre nosotros mismos nos ponemos límites, pero la verdad a lo que se ve, por cómo ha estado jugando México y cómo andan las otras selecciones, todo puede pasar. Este puede ser el Mundial para los mexicanos”, concluye el aficionado, a un costado del Río Iset, en el corazón de Ekaterimburgo.
