Corea-Japón 2002, un claro predecesor de cara a United 2026
Solamente dos torneos organizados por FIFA han sido organizados de forma conjunta por dos países. Aquella fue una experiencia que sorprendió al mismo Sepp Blatter.
La Candidatura de United 2026 para la edición XXIII del Campeonato Mundial de la FIFA, la cual involucra la presencia de México, Estados Unidos y Canadá, no es la primera ocasión en que un torneo del máximo organismo rector del balompié se desarrolla en conjunto por más de un país.
La referencia más clara de una sede compartida es lo ocurrido con Corea del Sur y Japón en 2001 y 2002. La primordial razón por la que el máximo torneo futbolístico llegara a dicha región del planeta fue para involucrar a público que históricamente no tenía tanta afectividad con tal deporte.
De primera, el presidente de la FIFA en aquel entonces, Sepp Blatter, no creyó que fuera a marcar un precedente importante en la historia del torneo, sin embargo, las conclusiones dejaron más puntos positivos que negativos.
En dichos países se implementó por primera vez la Copa Confederaciones con fines de ‘ensayo’ de cara al gran evento un año antes. De esta forma podrían observar áreas en las cuales mejorar y perfeccionar. La Copa Confederaciones Corea-Japón 2001 fue un éxito, gracias a la infraestructura, logística y avances tecnológicas que las ciudades sede ya presentaban desde antes de la justa.
Corea-Japón 2002, un claro predecesor de cara a United 2026
Ya durante la Copa del Mundo, los detalles negativos observados por FIFA, como eran el lenguaje, el cambio de moneda, cambios de cultura y los trayectos que se derivaban de un país a otro, fueron razones suficientes para que, durante la estadía de Blatter en el poder, no volvieran más las candidaturas conjuntas, a pesar de que desde su óptica fue todo un éxito y superó sus expectativas.
Sin embargo, en aquel mundial y Copa Confederaciones se logró trabajar en conjunto con dos gobiernos distintos, cada país con su propio comité organizador y así conseguir la aprobación de la gente que pudo asistir al histórico torneo, lo que se espera repetir con la candidatura de United 2026.
Aunque las circunstancias son parecidas, pero no precisamente iguales, en la edición que alistan México, Estados Unidos y Canadá, se vivirán dichas desventajas que el comité organizador buscaría aminorar con una logística integral. Por otro lado, su gusto por el fútbol de la región, la infraestructura presentada y la forma en cómo se dividirán los juegos del torneo entre las tres naciones en su punto favorable para convertir a United 2026 en un evento que rompería paradigmas… nuevamente.