Messi lideró el boicot de los jugadores argentinos a Israel

Poco a poco se van conociendo los detalles por los que Argentina se ha negado a jugar el último amistoso previo al Mundial que tenía programado en Israel. La decisión definitiva se tomó en un almuerzo que los jugadores de la albiceleste llevaron a cabo hace un par de días. Allí, los capitanes, Messi y Mascherano, comunicaron a los futbolistas que no habría partido. También se lo dijeron a Chiqui Tapia, el presidente de la AFA. Las fuertes presiones en forma de escraches que se encontraron en la puerta de su hotel de Barcelona fueron la gota que colmó el vaso del plantel, que no quiere verse envuelto en un conflicto de índole política.

Sobre esa idea se había expresado también varios días antes Jorge Messi, padre del futbolista culé, que ya había alertado a Torneos, la empresa encargada del partido, sobre la idea de que los jugadores se estaban planteando jugar. Nadie podía pensar en una suspensión definitiva, sin embargo, ya que el amistoso en Israel había sido organizado por deseo expreso del gobierno de Macri. Es más, el presidente de la nación estuvo recibiendo llamadas de Netanyahu, su homólogo israelí, desde que se supo la noticia de la suspensión.

Pero ni Macri ni Netanyahu ni la AFA esperaban que el plantel, comandado por Messi, se negara a jugar en territorio israelí. Es más, el partido ya ha sido cobrado y facturado por la propia AFA, que ahora se encuentra ante la tesitura de tener que retrasar su visita a Israel a después del Mundial o incluso devolver el monto recibido por el amistoso. La decisión de Messi, como capitán de Argentina junto a Mascherano, fue firme: no jugarán un partido que les haga verse envueltos en cuestiones políticas.