Gales exhibe rotaciones de Osorio a 20 días del debut
El Tricolor no encontró la portería rival pese a que tuvo las mejores oportunidades para abrir el marcador; Héctor Herrera tuvo la más clara en un mano a mano que erró.
El Tricolor generó pocas oportunidades de gol y además le faltó meterla. Eso fue el encuentro contra Gales, en el Rose Bowl de Pasadena, California, un constante ir en busca de las redes del rival pero con poca idea y sin eficacia.
Si se toma en cuenta que sólo faltan dos partidos amistosos, contra Escocia y Dinamarca, antes del arranque mundialista, pocos fueron los puntos rescatables en esta exhibición del representativo azteca: algunos destellos de Jesús Manuel Corona, un buen nivel de Héctor Herrera o un decente partido de Erick Gutiérrez, por ejemplo, no son suficientes para dejar tranquila a la afición mexicana que ya cuenta los días para Rusia.
También hicieron un buen partido Jesús Molina y Jonathan Dos Santos, aunque como es costumbre de Juan Carlos Osorio, la alineación sufrió múltiples mutaciones.
El duelo hecho por el Tri estuvo lejos de ser brillante, y la falta de puntería es la principal asignatura pendiente para la escuadra nacional que tuvo al menos dos oportunidades claras para abrir el marcador y no lo consiguió.
Con un Javier Hernández inédito, la primera jugada de peligro para México llegó al minuto 55, cuando Héctor Herrera tuvo una jugada clara de gol, tras un pase largo de Erick Gutiérrez que dejó al futbolista del Porto mano a mano contra el portero, Wayne Hennessey, quien hizo una atajada que impidió el gol mexicano.
En otro intento, Jesús Gallardo llegó a línea de fondo para mandar un centro de zurda a Héctor Herrera quien controló mal el balón y se le escapó cuando podía disparar de primera intención.
Todavía unos minutos más tarde, el capitán Héctor Herrera tuvo la oportunidad de sacarse la espina con un tiro libre, pero mandó el esférico por encima de la portería rival.
Ingresaron a la cancha jugadores como Giovani Dos Santos y Oribe Peralta, pero el resultado fue el mismo: cero certeza.
Javier Aquino mostró desequilibrio en algunas jugadas, pero no fue suficiente; asimismo, tampoco fueron aprovechados más de una decena de tiros de esquina, y todo terminó en un insípido empate a cero.