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100 Historias de la Copa del Mundo | 73

La Batalla de Santiago; a patadas por el orgullo de una nación

Chile 1962 vivió uno de los encuentros más violentos entre la selección anfitriona y los italianos.

MéxicoActualizado a
La Batalla de Santiago; a patadas por el orgullo de una nación

Las Copas del Mundo nos han reglado grandes encuentros que perduran en la memoria de los aficionados, esto por el gran nivel de los partidos, por grandes jugadas o simplemente por goles memorables. Sin embargo, en este caso, la polémica arbitral y una disputa férrea, incluso llegando a ser violenta fue la que marcó un cotejo que pasó a la historia del deporte más bello del mundo, el futbol, y que lleva el mote de “La Batalla de Santiago”.

Todo ocurrió en Chile 1962, donde los anfitriones tenían una gran responsabilidad, ya que aquel Mundial estuvo marcado por un terrible terremoto que tuvo lugar dos años antes, el cual fue de 9.5 grados en la escala de Richter, el peor registrado en la historia andina, que dejó cerca de 2.000 muertos y numerosos daños materiales, hasta el punto que generó algunos retrasos y problemas de infraestructuras.

El Grupo B comenzó con un Chile 3-1 Suiza y con un 0-0 entre Alemania e Italia, para la segunda jornada, la roja se midió ante la azzurra, en un partido que generaba ciertos tintes de hostilidad, después de que dos periodistas italianos, Antonio Ghirelli y Corrado Pizzirell, publicaron un artículo para el periódico Il Resto del Carlino, en el cual hicieron una terrible hacia el ´país sede, citando:

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"Esta capital es el símbolo triste de uno de los países subdesarrollados del mundo y afligido por todos los males posibles: desnutrición, prostitución, analfabetismo, alcoholismo, miseria... Bajo éstos aspectos Chile es terrible y Santiago su más doliente expresión, tan doliente que pierde en ello sus características de ciudad anónima", decía una parte del artículo.

Ante esto, la prensa chilena hizo eco de esta información pocos días antes del partido entre ambas selecciones y el diario El Mercurio de Santiago recordaba que en una gira reciente de su selección por Europa, sus reporteros no hablaron de “la pobreza del sur de Italia“, sino de las maravillas de Florencia y Venecia”.

El día tan ansiado llegó para los incas, un 2 de junio de 1962, y el escenario era perfecto, con el sol arreciando a plomo en el Estadio Nacional, ante poco más de 66 mil espectadores, la hostilidad era tanta para los del país de la bota que intentaron calmar los ánimos, al saltar a la cancha con claveles blancos que lanzaron al público como señal de buena voluntad. Sin embargo, no se cumplió su cometido, ya que los chilenos devolvieron las flores al campo, con una sonora rechifla.

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Las acciones empezaron muy ríspidas, pues apenas a los 12 segundos se produjo la primera falta y a los siete minutos, la primera expulsión, la cual sufrió el italiano, Giorgio Ferrini, tras una dura falta sobre el chileno Landa. Ferrini se negó a abandonar el terreno de juego, por lo que la Policía tuvo que entrar al campo para llevárselo, así arrancaba “La Batalla de Santiago”.

Los minutos continuaron y el despliegue de juego violento continuó, acompañado de constantes conatos de bronca entre los jugadores de ambas selecciones, así lo relatan las crónicas de aquel partido. Los empujones acrecentaron al final del primer tiempo, cuando el italiano Mario David le hizo una dura falta al chileno Leonel Sánchez, tras la infracción, volvió a golpear al sudamericano en el suelo, pero Sánchez reaccionó levantándose y dándole un puñetazo a David, sin embargo, el árbitro inglés Ken Aston, temiendo mayores problemas, no sacó ninguna tarjeta roja. La expulsión de David llegó hasta el minuto 41, luego de que el italiano se vengó del puñetazo lanzándole una patada al inca.

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El marcador de aquel partido parecía ser de menor importancia, pues el orgullo de una nación estaba en juego. Pero ya en la parte complementaria, los chilenos marcarían dos goles y para evitar problemas mayores debido a la hostilidad del encuentro, Aston decidió no añadir tiempo al cronómetro y pitó justo al minuto 90. A la postre, Italia quedó eliminada en fase de grupos y Chile llegó a semifinales, en la que ha sido su mejor actuación de la historia, ante el apoyo de su afición. Así fue como se vivió “La Batalla de Santiago” a patada limpia por un país ofendido en el Mundial de Chile 1962.