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Biglia no le gusta a casi nadie, pero nadie es mejor que Biglia

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Superado el susto inicial, Lucas Biglia estará presente en Rusia2018 y será, salvo algún nuevo contratiempo, el volante defensivo titular el día del debut ante Islandia. Pero el rodillazo en la espalda que recibió por parte de Alejandro Papu Gómez redescubrió algo que no por conocido merece la pena volver a destacar: hoy por hoy Argentina no tiene un número 5 de jerarquía que esté por encima y ni siquiera a la par del hombre del Milan, por más discusiones que encienda entre los hinchas.

Cuando todavía se desconocía el alcance de lo ocurrido al ex de Argentinos e Independiente, se despertaron al mismo tiempo dos tipos de fiebre: la de aquellos que tomaban con sorna y hasta celebraban lo ocurrido, y la puesta en marcha de una ruleta de nombres destinados a reemplazar a Biglia. Los hinchas de Boca se apuraron en poner sobre el tapete al reaparecido Fernando Gago; los de Estudiantes reclamaron una vez más por el olvidado Santiago Ascacíbar; los de Lanús, Independiente (y muchos más) insistieron por darle la oportunidad a Iván Marcone; los más lógicos apuntaron al regreso de Matías Kranevitter. Y por supuesto, no faltó quienes sostuvieron que Javier Mascherano podría hacerse cargo del puesto por cuarto Mundial consecutivo.

Si se suma a Guido Pizarro, Leandro Paredes, Giovanni Lo Celso y Ever Banega, futbolistas que pueden ocupar la posición de volante central y forman parte del radar de Jorge Sampaoli, ya tenemos nueve jugadores como candidatos posibles. Rodrigo Battaglia, el chico surgido de Huracán que construyó su carrera en equipos menores de Portugal que finalmente fue el elegido para integrar la lista de 35, es el décimo. La cantidad exime de mayores comentarios: tener diez hombres sin ventajas aparentes entre ellos, con tantas contras como pros y cuyas virtudes y defectos dependen del gusto o simpatía de quien hable, es casi lo mismo que no tener ninguno.

Lucas Biglia, pese a no gozar del favor popular y carecer del carisma de alguno de los posibles reemplazantes se convirtió en indiscutido para Alejandro Sabella, Gerardo Martino, Edgardo Bauza y ahora Sampaoli. ¿Es un crack al estilo Busquets? No. ¿Es el equivalente al mejor Mascherano? Tampoco. ¿Reúne las características de un Redondo, un Marangoni, un Gallego o más atrás en el tiempo un Rattín o un Pipo Rossi? Menos que menos.

El problema es que la Argentina actual no tiene a nadie mejor que él, ni siquiera a alguien equivalente para reemplazarlo con garantías. Por eso, saber que el golpe en la espalda no le impedirá estar en el Mundial es una buena noticia. Les guste más o menos a los vociferadores de las redes sociales.