100 HISTORIAS DE LA COPA DEL MUNDO | 51
Entre la gloria y la decepción, los goles fantasmas de Inglaterra
La selección inglesa se encontró entre dos goles fantasmas en la historia de los mundiales, con una diferencia de 46 años entre cada uno, con un resultado distinto.
El fútbol es caprichoso, un día te entrega la gloria y al siguiente o quizá 46 años después, te borra la sonrisa del rostro. Inglaterra, es una nación con muchas historias en el balompié, pero la más importante de todas es el gol fantasma de 1966, un momento que marcó la riqueza futbolística del país encargado de inventar el fútbol. Sin embargo, los fantasmas, el karma, la justicia o tal vez el destino, como quiera ser llamado, alcanzó a los ingleses y en Sudáfrica 2010, llegó la revancha para los alemanes en un Mundial.
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En 1966, Inglaterra recibió a otras 15 naciones en su casa para la octava edición de la Copa del Mundo. Con la presencia de Gordon Banks, Bobby Charlton, Bobby Moore, Geoff Hurst y otros más, el representativo inglés, superó a Uruguay, Francia y México para avanzar en el grupo A del Mundial, tras lo cual, derrotó a los argentinos en Cuartos de Final, después a la Portugal de Eusebio para finalmente presentarse contra Alemania en la definición.
El encuentro se vivió con gran intensidad. Haller abrió el marcador en favor de Alemania, pero Hurst igualó con velocidad. Sobre el final del encuentro, Peters y Weber enviaron el encuentro a tiempo extra, donde llegó la polémica. Hurst, encontró el esférico en el área, realizó un potente disparo que se estrelló con el travesaño y picó en el límite entre la línea y el gol. Tras una breve discusión entre el árbitro Gottfried Dienst y su asistente, se declaró de manera oficial el gol fantasma de Wembley, mismo que le entregaba el trofeo de campeón a Inglaterra.
La revancha llegó en suelo africano. Inglaterra y Alemania se encontraban de nuevo, pero ahora con rostros nuevos y en un encuentro de Octavos de Final. Miroslav Klose y Lukas Podolski pusieron el 2-0 tras poco más de 30 minutos, seguido por la anotación del descuento con un certero remate de cabeza de Matthew Upson. Fue entonces cuando sin explicación alguna, un claro gol de Frank Lampard, se convirtió en la venganza que los teutones esperaron durante 46 años y 11 ediciones mundialistas.
El jugador del Chelsea encontró la pelota en el límite del área y con un disparo bombeado superó a Manuel Neuer, tras lo cual, el balón chocó con el travesaño y cayó dentro de la portería. Lamentablemente, el festejo de Lampard duró poco porque el silbante Jorge Larrionda, nunca apuntó al centro del campo, con lo que la anotación nunca fue oficial. Aquel remate que se convertiría en el 2-2, desapareció en cuestión de segundos y en cambio, Alemania liquidó a los ingleses con un contundente 4-1 en el marcador.