Héctor Moreno y la Real Sociedad caen y se les escapa Europa

La Real Sociedad, del mexicano Héctor Moreno, dejó ir una gran oportunidad de acercarse a la Europa League al caer ante el colero de la Liga Española, el Málaga.

El Málaga, descendido y sin presión, derrotó a una Real Sociedad sin ambición y desaplicada regalando en el campo del colista una oportunidad de lujo para apretar por la Europa League. Una Real pasota y sin intensidad, pero con insulso dominio de balón El Málaga se convierte en la inverosímil bestia negra de los ‘txuri urdiñ a quienes vencieron en Anoeta por 0-2.

Fue un partido muy extraño. El primero de la próxima pretemporada de Segunda para el Málaga y, a priori, una buena ocasión para la Real, que venía con alas por sus tres victorias seguidas. Pero los de Imanol no estuvieron a la altura de la circunstancias y tiraron sus opciones europeas a la basura en la casa de uno de los peores colistas de todos los tiempos.

Mucho enfado y crispación de la afición con su equipo al que recibió con una sonora bronca en señal de reproche por tan bochornoso descenso. Muchas protestas siendo Abdullah Al Thani, el propietario y presidente, el más censurado, “¡Al Thani veta ya!” es como si fuera un himno de la desazón. Mario Husillos, el director deportivo, tampoco se libró de la sentencia popular. Ni los futbolistas. “¡Jugadores, mercenarios!”. Alguno en particular fue señalado por su presunta afición a los terceros tiempos y a cierta marca de whisky. En cambio sí hubo aplausos y muestras de cariño para con Francisco Martín Aguilar, el querido consejero consultivo que fue consolado en Valencia tras consumarse la catástrofe por Quico Catalán, el presidente del Levante, porque no había un solo Al Thani para dar la cara. Tampoco estuvieron en el palco. Nada nuevo en la oficina.

Tanta desazón enrareció el partido pero, de manera inconcebible, el gran damnificado fue la Real Sociedad. A los once minutos Adrián González controló con el pecho un balón suelto dentro del área y con un buen disparo fusiló a Rulli. El madrileño no celebró su segundo gol en este campeonato. La afición tampoco se entusiasmó pero, por lo menos, rebajó por un rato su pliego de quejas.

El equipo donostiarra estaba increíblemente dormido sin ofrecer sensación de que, verdaderamente, quería y podía luchar por meterse en la Europa League. Cuando la hinchada malaguista tomaba aire para retomar sus censuras al equipo llegó el 2-0. Centro de Chory Castro desde la banda Izquierda que En Nesyri, en carrera, empalma al fondo de las mallas. El marroquí, en lugar de festejarlo, pidió perdón a una afición que, desde luego, no está para fiestas. Con pleno acierto y una Real desangelada y sin recursos, se llegó al descanso con el increíble 2-0.

El segundo tiempo transcurría con increíble placidez sobre el campo. Imanol puso sobre el tapete a Willian José en busca de mejorar en poderío ofensivo y la actitud de una Real Sociedad aplatanada. Keko, muy pitado, salió por Chory Castro. A los 52 minutos Diego González sustituyó a Miguel Torres, que fue despedido con una bronca colosal. En realidad el partido no le importaba un pepino a los 14.102 aficionados (segunda más floja después de los 12.149 contra el Espanyol que se jugó en lunes). El Málaga jugaba con añorada placidez porque los guipuzcoanos no le exigían para nada. Imanol, sin dar crédito a la falta de créditos de su equipo sacó a Illarramendi para desengrasar una sala de máquinas oxidada. José retiró al belga Lestienne, de los pocos que fue aplaudido y entró Ideye, recibido con pitos. Poco más que añadir. El Málaga ganó (eso es noticia) y la Real Sociedad decepcionó a lo bestia.