Cracks que nunca ganaron la Champions League
Eric Cantona
El francés alcanzó la plenitud futbolística con el Manchester United, club en el que es un ídolo histórico. Sin embargo, nunca alzó el máximo torneo de clubes: se retiró en 1997, dos años antes del triplete conseguido por la mítica generación del 92, bajo el mando de Alex Ferguson.
Michael Ballack
La gran carrera del centrocampista alemán más influyente de la primera década del Siglo XXI se vio marcada por sus derrotas en las grandes finales. Además de perder en última instancia una Copa del Mundo y una Euro, no pudo levantar la Orejona, al caer en dos finales: una con el Bayer Leverkusen y otra con el Chelsea.
Pável Nedved
Espectacular y elegante mediocampista checo, baluarte de la Juventus de inicios del Siglo XXI, que jamás pudo ser campeón de Europa. No tendría chance con los equipos de Praga en los que militó en sus primeros años, con la Lazio ganó la Recopa y con la “Vecchia Signora” perdió la final de 2003, frente al Milán de Ancelotti.
Emilio Butragueño
La gran asignatura pendiente del equipo mítico que fue la Quinta del Buitre fue la Copa de Europa. El equipo gobernaba con puño de hierro la liga española, pero en el máximo torneo continental siempre tropezó antes de llegar a la final. Lo más cerca que estuvo fue en 1987 y 1988, años en los que se topó con el Bayern Múnich y el PSV, que los eliminaron. Por cierto, a nuestro Hugo Sánchez le pasó lo mismo.
Francesco Totti
El mito de la Roma ganó casi todo: liga, copa, Mundial. Pero jamás una Champions. Ni siquiera alcanzó una semifinal del máximo torneo de clubes. En una suerte de cruel ironía, en el primer año posterior a su retiro, ‘La Loba’ alcanzó la instancia previa a la final por primera vez en 34 años al remontar al Barcelona.
Fabio Cannavaro
Uno de los mejores defensas de todos los tiempos no pudo redondear su currículum con la Champions League. Con el Napoli y el Parma tendría pocas oportunidades. Con Inter y Juventus no alcanzó la final. Probó suerte con el Real Madrid, pero tampoco dio resultado. Se retiró sin su foto victoriosa con “la Orejona”.
Zlatan Ibrahimovic
Ha jugado en los clubes más prestigiosos de toda Europa y, aún así, el título de Champions le ha sido esquivo. No disfrutó de una gran época con el Ajax, poco pudo hacer con la Juve, despuntó con el Inter pero salió la temporada anterior al triplete bajo el mando de Mourinho, naufragó con Barcelona, Milan y PSG. Con el United ganó la Europa League, que no es lo mismo.
Gianluigi Buffon
Acaso el mejor portero de todos los tiempos, podría terminar su carrera sin consagrarse como campeón de Europa. Su único trofeo continental fue, curiosamente, con el Parma, con quien alcanzó la Copa de la UEFA en 1999. Desde entonces, tres finales perdidas con la Juventus: 2003, 2015 y 2017. Eso sí, la Copa del Mundo está en su lista.
Lothar Matthäus
Una leyenda del fútbol mundial que tuvo una despedida triste de la Champions. Con el Mönchengladbach pasó de noche por Europa, con el Inter ganó la UEFA y con el Bayern perdió dos finales: la primera, en 1987, frente al Porto, y la segunda, contra el Manchester United. El Bayern ganaba 1-0 a dos minutos del final. El capitán salió exhausto y vio desde el banquillo la increíble remontada de los ‘Red Devils’.
Ronaldo
O’Fenomeno es una leyenda. Presume de ligas, Mundiales, haber ostentado el récord de más goles en las Copas del Mundo por 12 años, haber triunfado en los clubes más importantes de España e Italia. Pero jamás pudo consagrase como campeón de Europa. No le tocó una época dominante con el Barça, el Inter no destacó cuando lo tuvo en sus filas, el Madrid siempre quedó a medio camino con él como ariete y en el Milán ni siquiera se acercó.
Diego Armando Maradona
¿Qué puede obrar en contra de la leyenda de ‘El Diez’? Que jamás fue campeón de Europa, el único reclamo a su carrera futbolística. A su favor, jamás contó con la infraestructura a su alrededor para ello: el Barcelona de su época era un equipo de triunfos locales, llevó a un entonces desconocido Napoli a conquistar Italia y la UEFA, pero jamás pudo seducir a la vieja Copa de Europa.