100 HISTORIAS DE LA COPA DEL MUNDO | 34
Roger Milla, el longevo goleador de la Copa del Mundo
A sus 42 años, el camerunés se convirtió en el jugador con más edad en anotar un gol en los Mundiales cuando lo hizo en Italia 1990.
Camerún es un país que poco ha hecho en las Copas del Mundo. Sin embargo, Estados Unidos 1994 fue el punto más alto en el que pudieron estar internacionalmente y la razón tiene nombre y apellido: Roger Milla. El delantero logró en dicha edición ser el jugador con más edad en convertir un gol en un Mundial a sus 42 años y, cinco ediciones después, nadie lo ha podido superar.
El caso de Milla es muy particular. El jugador logró batir su propio récord de ser el participante más longevo en anotar un gol en una Copa del Mundo. Primero, Roger lo hizo en Italia 1990 con 38 años cumplidos. Cuatro años después, el certamen registró de nuevo su nombre al convertir con 42 años cumplidos.
La edición de Italia fue especial para el ariete africano. Su selección terminó como la séptima mejor y venció, en fase de grupos, a una Argentina que llegó a la Final del torneo. No es coincidencia que Milla haya terminado como el segundo mejor goleador con cuatro tantos, solamente por debajo del local Salvatore Schillaci (5) y empatado con Lothar Matthäus de Alemania.
En la próxima edición, su destino sería completamente opuesto. Camerún terminó como la peor de un Grupo B que vio cómo Brasil y Suecia avanzaban a la siguiente fase. Rusia se adueño de un tercer lugar de consuelo, mientras que la nación africana únicamente logró un punto producto del empate con los escandinavos.
42 años de historia
Ya prácticamente eliminados por su derrota ante Brasil por marcador de 3-0, los camerunenses llegaron al último encuentro ante de la Fase de Grupos ante Rusia. El rival en turno había perdido sus dos encuentros pasados, por lo cual acertar el resultado final era lanzar una moneda al aire.
Milla no inició el encuentro. A sus 42 años, el tanque de gas ya no le rendía para correr ante un veloz combinado ruso. Sin embargo, Roger saltó al terreno de juego en la segunda mitad y demostró su valía desde el primer minuto de participación.
Gol. Milla borraba su propio nombre de los libros de historia para colocar el suyo de nuevo, pero con fechas distintas. Sin embargo, del otro lado también se escribía un récord: Oleg Salenko se converiría en el único jugador en anotar cinco goles en un mismo partido. Un Rusia contra Camerún que, en la previa, parecía ser un partido más por el orgullo, pero dejó historia pura en la cancha con un 6-1 legendario.
"Fue un honor, pero tampoco es algo muy importante para mí", expresó Milla. "Aquel tanto sigue siendo un grato recuerdo, pero como se suele decir, los récords son para batirse. ¿Y si lo consiguiera otro camerunés?", fueron las palabras de un humilde delantero que, a la fecha, es recordado como el mejor futbolista de una nación ávida de un héroe en el deporte.