Miguel Layún y el Sevilla se 'comen' cuatro del Celta

Traicionó Montella su fe en una alineación inamovible y presentó un equipo lleno de rotaciones. La mala suerte se empezó a cebar con el italiano y los suyos en el calentamiento. Se lesionó Correa y entró en el once Sandro. Ni así es titular Nolito, ídolo de Balaídos. El inesperado extremo izquierdo sevillista se enchufó rápidamente al partido y Roncaglia le puso la alfombra roja nada más empezar. Le dio un pase que lo dejó delante de Sergio, pero Sandro remató al muñeco.

Había anunciado Unzué una propuesta agresiva y no hubo rastro de ella hasta que el Sevilla se reencontró con su adversario más temido: en propia puerta. Un centro de Jonny lo despejó Kjaer como si fuera delantero centro, Soria reaccionó y Arana se empeño en prolongar la pesadilla de su portero. Tres autogoles en dos partidos.

Lejos de hundirse, a continuación Soria evitó el segundo en un remate a bocajarro de Aspas. Una gran intervención a la que respondió el meta del Celta con otra aún mejor. Sergio sacó con el pie un remate de Sandro que desviara Wass.

Volvió a ejercer de salvador celeste ‘O Gato’ ante Ben Yedder al inicio de la segunda parte. El partido estaba loco y el Sevilla se desquició definitivamene en menos de cuatro minutos. Primero, una inocente pérdida en la salida de balón la materializó con su zurda letal Aspas. Si esa definición resultó sencilla, las otras dos resultaron un trámite.

 La ansiedad le jugó una mala pasada a Soria en el 3-0. Salió a cortar con el pie un centro del Tucu y el guardameta despejó al aire.  Aspas marcó a puerta vacía, al igual que en el último tanto. En esta ocasión, combinó con Brais Méndez, el disparo del mediapunta lo tocó Soria y el ‘Príncipe de las Bateas’ rubricó su 'hat-trick'.