Ofensiva de los Giants empequeñece inicio de campaña
San Francisco hizo muchos movimientos durante la agencia libre previo a la temporada 2018 y no logra ver resultados positivos en el diamante.
Didi Gregorius produjo ocho carreras el martes con los New York Yankees, los San Francisco Giants han anotado seis veces en lo que va da la temporada 2018.
Si eso no refleja el pésimo estado de la ofensiva de San Francisco, nada lo hará. Lo único ofensivo que ha mostrado el orden al bate de los Giants, luego de cinco juegos, son unos números que harían enrojecer de vergüenza a Barry Bonds.
Este no era el plan que los Giants tenían en mente cuando hipotecaron una buena parte del sistema de sucursales para adquirir en cambios a Andrew McCutchen y Evan Longoria, quienes supuestamente revitalizarían a una ofensiva que en 2017 fue antepenúltima de la Liga Nacional en bateo (.249), penúltima en carreras (639) y última en home runs (128).
Una vuelta al calendario y parece que nada ha cambiado. A pesar de que los Giants han logrado, de alguna manera, un inicio de 2-3, el estado de su ofensiva es alarmante.
En algún momento de la noche del martes, los Giants se convirtieron en el primer equipo en la historia de Grandes Ligas en anotar sus tres primeras carreras de una temporada por conducto de cuadrangulares solitarios del mismo jugador, Joe Panik.
Dos tablazos del segunda base de San Francisco le dieron a los Giants sendas victorias de 1-0 en los dos primeros juegos del calendario ante los Dodgers. Panik se voló la barda nuevamente en la cuarta entrada ante los Mariners, pero es impensable que un jugador con 32 cuadrangulares en su carrera mantenga este paso.
Por si fuera poco, en algún momento del martes, Longoria se colocó de 17-0 en su debut con su nueva franquicia, luego de terminar su andar en Tampa Bay como el máximo toletero de la franquicia con 251 palos de cuatro esquinas.
Longoria, por el que los Giants se desprendieron del prospecto número uno de toda la organización Christian Arroyo, despertó del letargo con un tablazo de dos anotaciones, que solo sirve para maquillar el hecho de que esas dos carreras representan la tercera parte del equipo luego de cinco partidos.
Los Giants iniciaron la jornada con un miserable bateo colectivo de .192, que luce monstruoso al compararlo con su éxito con corredores en posición de anotar, que antes del juego del martes era de un “grueso” 1 de 28 para .035. Sí, leyeron bien .035. Por fortuna, para San Francisco, un sencillo de Kelby Tomlinson en el octavo inning el martes elevó a .064 el bateo de los Giants en posición de anotar.
Luego de cinco partidos, en Grandes Ligas hay siete jugadores con más carreras remolcadas, y cuatro con más carreras anotadas, que todos los Giants. Es momento de revisar los bates.