Grande Ricky (18+6+7) y mejor Utah: los playoffs, más cerca
Noveno triunfo consecutivo a domicilio y decimosexto en 18 partidos. La derrota de Denver deja a los Jazz a solo medio partido de las eliminatorias.
No son un equipo especial, de esos que te dejan boquiabierto cada madrugada. Pero sí tienen factor X en Donovan Mitchell (20 puntos), talento especial, y juegan de maravilla al baloncesto. El ataque metódico que dirige Snyder desde el banco y que mueven sobre la cancha Joe Ingles (10 asistencias y +22 en sus minutos en cancha ayer) y Ricky Rubio no ha parado de mejorar en toda la temporada. Y ahora están disfrutando de verdad.
Sale todo fácil. No hay pieza fuera de sitio ni peón liberado al que no le llegue el balón. No le pasan una a nadie... Y cuando la mejor versión de Ricky sale a jugar (la más agresiva, fresca, valiete: 18 puntos, 18 tiros, seis rebotes, siete asistencias, tres robos...), estos Jazz se convierten en un animal realmente complicado de parar. Por constancia, por sistema. Casi por inercia. Golpean cada error, cada ventana. Obligan al rival a defender donde quieren. Y ganan.
Ayer pasó en Indiana. Contra unos Pacers que venían de ganar tres partidos seguidos y que soñaban con el tercer puesto de la conferencia este. Pero Utah ejecutó, contó con el ramalazo extra del factor X (dos triples seguidos e impresionantes en la primera mitad (uno desde nueve metros y el otro tras un giro espectacular), defendió la línea de tres puntos (3/23 los Pacers...) y, con la tranquilidad del que sabe que hace muy bien su trabajo, contuvo el intento de remontada local sin despeinarse. Solo Myles Turner fue capaz de hacer daño al equipo que menos puntos encaja de la NBA desde el 19 de enero... ¿Por qué 19 de enero? El día que volvió Rudy Gobert (23+14 para el francés).