Aunque a Semedo le dé igual, el Villarreal se la juega. El 3-1 de la ida le obliga a una machada (sigue el partido en directo en As.com) con demasiadas cosas en contra: durante la semana se ha hablado más de atracos que de fútbol, el Lyon ya demostró ser muy poderoso hace siete días y el estadio de La Cerámica, por su historia, por su gen familiar y por la hora del partido (19:00) no será precisamente una olla a presión propicia para las remontadas. Sin embargo, la afición del Submarino aún confía en ayudar para seguir viajando por Europa: el Lyon ha sufrido esta temporada tres resultados que hoy le dejarían fuera y, lo más importante, al equipo de Calleja le sobra fútbol. Eso, pese a su mala racha, da esperanzas.
El Villarreal se olvidará de sus exigencias en la Liga y pondrá a su mejor once, con el regreso al rombo en medio campo tras la reconversión ante el Espanyol. Si hay un día que conviene arriesgar es éste. Calleja da por hecho que harán goles, pese a que ya se quedó tres veces en casa sin hacerlo, y que podrán repetir uno de los nueve resultados de este curso que le valdrían para que le cuadren las matemáticas. Todo pasará por apuntalar la defensa. Desde que el Villarreal ganó en el Bernabéu (0-1), ha recibido once tantos en seis partidos.
El Lyon se aferra a Mariano, el exmadridista que pudo vestir de amarillo y al que Florentino se lo negó (“se quedará”, le dijo a Roig). El delantero sembró el pánico en el primer partido y es de los pocos brotes verdes del conjunto francés en su liga, donde está fuera de Champions y donde viene de tropezar en Lille (2-2). Su ofensivo estilo podría servirle para matar el duelo a la contra con Depay. Pero también es cierto que los espacios que deja al salir de la cueva podrían condenar a Lopes a vivir postrado en un paredón.