Casemiro y Kovacic no casan
Indiferencia inicial. En una noche de contrastes el Madrid volteó un partido que se le enredó por su permeabilidad defensiva y desarreglos de renombre en la presión durante el primer tiempo. El doble pivote Casemiro-Kovacic no encajó y Cristiano y Bale no apretaron a la zaga bética.
El carril central. El Betis se manejó con soltura ante un Madrid fuera de plano. La construcción de las jugadas se establecía por dentro desde los tres centrales (Mandi, Bartra y Amat) y la aparición entre líneas en zona de tres cuartos de Boudebouz y Joaquín. Ni Kovacic ni Casemiro eran capaces de cerrar las líneas de pase.
La reforma. La reorganización de Zidane y el aumento de la intensidad blanca equilibró al Madrid en la reanudación. Casemiro dio un paso adelante y tomó una altura diferente a Kovacic. La maniobra permitió al conjunto madridista trabar la salida local y hacerse con la posesión (58% del 50' al 60').
Los recelos. Aun así, no terminó de funcionar del todo la pareja de Casemiro y Kovacic. Les costó controlar las transiciones rivales y nunca tuvieron el volumen necesario para administrar la medular. El talante aventurado y a la vez elogiable del Betis cooperó en la remontada del Madrid.
Ni presión ni marca
Mandi salta de la defensa y afronta un pase sencillo para Boudebouz, cubierto por Ramos. Vacío inmenso en la medular. Kovacic y Casemiro, mal colocados.
Pasillo más estrecho
Casemiro avanza con la intención de fijar a Guardado y frenar la conducción de Bartra. Cristiano y Bale incomodan al central bético. Mejoría del Madrid en la presión tras el descanso.