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PYEONGCHANG 2018

Gus Kenworthy y su novio se besan ante el mundo

El atleta estadounidense, que ha competido en Pyeongchang 2018, fue uno de los primeros deportistas que declararon su homosexualidad.

Gus Kenworthy y su novio se besan ante el mundo

Gus Kenworthy ha sido el protagonista de un nuevo paso adelante en la visibilidad de la comunidad homosexual en los Estados Unidos de América y, de paso, en el mundo. No es la primera vez que lo hace y, probablemente, no vaya a ser la última.

Ha sido algo tan sencillo como un beso. El beso que Kenworthy le dio a su novio tras concluir su participación en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang 2018. Había acabado su competición en Slopestyle, una disciplina mezcla de esquí y snowboard, y le estaba esperando su pareja, Matthew Wilkas, para besarle. Ninguno de los dos hombres fue consciente de que la NBC estadounidense estaba grabando y emitiendo en directo el instante.

De manera inmediata, la imagen se volvió icónica en las redes sociales y causó un tremendo impacto en el país. En su inmensa mayoría con respuestas positivas pero, por supuesto, con cierta dosis de odio homófobo aparejado y con peticiones de censura para la cadena de televisión.

El atleta olímpico tuvo tiempo de responder a la situación generada, con total naturalidad. Dijo: "Cuando era un niño, y ya sabía que era gay, no existía la más mínima posibilidad de que en la televisión se visibilizara algo así. Me hubiese encantando. Ojala a alguna persona homosexual, que esté sufriendo sin poder hablar con nadie, le haya servido para ver que es normal".

Kenworthy declaró su homosexualidad en el año 2015, cuando ya había ganado una medalla olímpica en los Juegos de 2014. Fue entrevistado por la ESPN y se convirtió en portada de Sports Illustrated. Confesó que le había costado mucho dar el paso, salir del armario, pero que quería convertirse en un "modelo de visibilidad"·, concepto en el que insistió también tras este beso televisado a todo el país: "No quiero ser ningún modelo de conducta, pero sí aprovechar la plataforma que da el deporte profesional para dar visibilidad, porque es la visibilidad la que acaba con la homofobia y la que rompe barreras".

El deportista había declarado antes de los Juegos que no iría a la Casa Blanca en caso de obtener medalla, "pero no porque el Presidente sea un republicano. Si en el despacho oval estuvieran Mitt Rommey o John McCain iría. Es por Donald Trump".

No tendrá ese dilema. Con un pulgar roto y un severo hematoma en la cadera sólo pudo ser decimosegundo en su competición. No obstante, un inocente y sencillo beso le han convertido en uno de los personajes de Pyeongchang 2018.