GIRONA

Eloi Amagat rompió el techo: “Es un orgullo y algo espectacular”

El centrocampista debutó en Primera con el Girona y cierra así el círculo tras jugar en Tercera, Segunda B y Segunda A. “Hacía tiempo que lo esperaba”, dijo.

Eddy KeleleDIARIO AS

Eloi Amagat hizo historia ante el Leganés. El centrocampista del Girona debutó en Primera División y se convierte en el primer futbolista rojiblanco que alcanza la máxima categoría del fútbol español tras haber jugado en el club en Tercera, Segunda B y Segunda A. “Es un orgullo y algo espectacular. Llevo nueve años en esta casa repartidos en diferentes etapas y he vivido muchas cosas. Si me lo dicen hace años jamás me lo habría imaginado y al que me lo hubiera dicho le habría tratado de loco. Eso sí, espero que sea el último porque eso significará que el Girona no bajará al infierno nunca más”, explicó un Eloi Amagat que no pudo esconder su emoción.

Se trata de un jugador muy querido y respetado por el vestuario y de ahí que, a su llegada tras el encuentro, todos le regalaron una gran ovación. Eso sí, el primer detalle con Eloi Amagat lo quiso tener Álex Granell. Cuando salió al terreno de juego quiso cederle el brazalete de capitán, pero Mateu Lahoz lo impidió. No está permitido. “Granell tuvo un gesto espectacular hacia mí porque me quiso dar el brazalete, pero el árbitro me dijo que no se podía hacer. Aprendimos una norma nueva. Aun así, me quedo con los gestos de un amigo. La plantilla me trata genial y me siento alguien importante. Se lo agradezco”, comentó para después desvelar cuáles fueron sus sensaciones al aparecer sobre el césped envuelto por la gran ovación que le dedicó Montilivi: “Hacía tiempo que esperaba jugar. He tardado más de lo que hubiera deseado (las lesiones tampoco se lo han permitido), pero por eso creo que aún tiene un gusto más dulce. Como gerundense me llena de orgullo y creo que la gente de Girona valora que gente de la casa pueda estar sobre el césped en las mejores épocas y eso hace que se sientan más identificados con el equipo”.

Eloi Amagat vivió una semana especial porque sentía que podía ser la de su debut. Las molestias de Pere Pons, la cláusula del miedo que le impuso el Leganés a Timor para no jugar y la lesión de Douglas Luiz le hacían acaparar motivos para tener la alternativa. Le llegó en el 85’ y la saboreó: “Podía sospechar que podía ser el momento de jugar y la verdad es que no hubo mejor momento porque fue en mi casa, en Montilivi, con mis seres queridos y, además, el equipo logró una gran victoria”.

Eso sí, no quiere que sea flor de un día porque “por algo se empieza. Ahora quiero más minutos e intentaré seguir entrenando fuerte para ganármelos. Esto me da un plus de confianza. Valoro mucho lo que hacen los compañeros y sé que cuesta mucho rascar minutos, pero en eso estoy y es un primer paso”.

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