Cuando casi nadie le esperaba, el delantero de Cascante se estrena en una convocatoria de Liga ante el Atlético. Las sanciones de Aduriz y Raúl y la marcha de Aketxe le deja un hueco.
La perseverancia tiene su premio y Kike Sola aparece de nuevo en escena. Cuando ya nadie lo esperaba, cuando José Ángel Ziganda ya le había explicado sus pensamientos, dejándole claro que estaba en el fondo del armario de sus preferencias en ataque. Pero el fútbol son ciclos y casualidades y el ariete navarro, aunque seguramente no actúe este domingo en el Wanda, se ha ganado a pulso volver a la palestra.
En la previa ya avisaba Ziganda que Sola podría entrar en liza ante el Atlético. Para Sola supone su primera oportunidad liguera de entrar en una lista. El delantero de Cascante solo ha jugado esta temporada en la ida de Copa contra el Formentera. Las sanciones de Aduriz y Raúl García para el Wanda metropolitano, y la salida rumbo a Toronto de Ager Aketxe le asciende al menos un peldaño en el escalafón de atacantes. “ Es un profesional, sabe a la gente que tiene por delante, pero no baja los brazos, se cuida mucho; Puede que se abra un espacio ahí”, lanzó Ziganda, que ante tanta adversidad tira de un Kike Sola que no tiene nada que perder ante el Atlético.
Kike Sola acaba contrato el 30 de junio y apuntaba a salir en este mercado invernal, posiblemente en calidad de cedido, pero ni el Athletic presionó ni lo que le llegó en los últimos días del mercado fue demasiado potable. Sus agentes peinaron el mercado sabedores de que era complicado acomodarle en un destino de empaque dados los antecedentes. Sola, de 31 años, y pasado en Osasuna o Numancia, formado en las canteras de Tajonar y Lezama, suma tres años prácticamente sin jugar y tres cesiones con poca presencia en el Boro inglés, Getafe y Numancia en la Segunda española. Se acentuó la vía del extranjero, donde cabían más escenarios donde encontrar un destino para sumar minutaje.
Kike Sola este curso apenas ha jugado el amistoso ante el Barakaldo y el mencionado partido de la ida de Copa ante el Formentera, ya que en la vuelta ni siquiera apareció en escena. El Albacete de Martín Monreal fue una posibilidad real. El actual técnico manchego pensó en el delantero cascarino. Otros dos Segundas le tentaron a última hora, pero no se cristalizó su salida. El Wanda le espera, el destino estaba marcado.
